La desgarradora petición de la familia de un bebé asesinado: "Queremos respuestas y justicia"

Una familia y parte de sus vecinos (incluyendo una comunidad religiosa) han alzado la voz para pedir justicia por Kayson Flowers, un bebé de solo dos meses que murió en circunstancias alarmantes el pasado mes de abril.

La vigilia se llevó a cabo en Roseland Christian Ministries, en el sur de Chicago (Illinois, Estados Unidos). Allí, familiares, amigos y miembros de la comunidad rezaron y expresaron su deseo de que el responsable de la muerte de Kayson rinda cuentas.

Según informó la Policía de Chicago, el pequeño fue encontrado inconsciente el sábado 26 de abril en una casa del vecindario Roseland, en la cuadra 200 de West 106th Street. Fue llevado de inmediato al Hospital Comunitario Roseland, pero los médicos no pudieron salvarlo.

La madre del niño, Kayla Flowers, contó entre lágrimas que Kayson había estado unos días al cuidado de su padre. El día que debía regresar a casa, un familiar cercano lo llevó en un cochecito, diciendo que el bebé estaba dormido. Sin embargo, al llegar a casa y revisarlo, Kayla descubrió que su hijo no respiraba.

"Lo siento, es difícil hablar de mi hijo cuando ya no está", dijo Kayla. "Debería estar aquí conmigo".

El informe de la oficina del médico forense del condado de Cook reveló que Kayson tenía múltiples lesiones compatibles con maltrato infantil.

Desde entonces, el familiar que entregó al niño ha desaparecido, y la familia exige respuestas. La tía del bebé, Meagan Flowers, pidió a cualquier persona con información que hable. "Kayson no merecía esto. Verlo así, sin vida, nos rompe el corazón cada día. Él debería estar aquí", dijo, rota por el dolor.

Durante la vigilia, el pastor Joe Huizenga expresó su dolor y frustración. "Kayson nunca pudo dar su primer paso, ni decir sus primeras palabras, ni celebrar su primer cumpleaños", apuntó el religioso.

El Ministerio Cristiano Roseland ofreció inicialmente una recompensa de 5.000 dólares por información útil, y gracias a una donación adicional, el monto aumentó hasta 7.500. El pastor Huizenga apeló directamente a la conciencia de quienes saben algo. "¿Qué recompensa necesitamos para que dejen de proteger a quien mató a golpes a un bebé?", preguntó ante los asistentes.

La familia dice que ha esperado semanas por avances en la investigación, pero tras un mes sin respuestas, decidieron alzar la voz públicamente.

Por su parte, la Policía de Chicago ha confirmado que los detectives continúan investigando el caso, pero aún no hay sospechosos identificados ni detenidos.

Las autoridades recuerdan que es posible hacer denuncias anónimas, haciendo un llamamiento a la colaboración ciudadana.