Una menor se despierta y descubre que su novio la estaba sujetando mientras otro la violaba
El caso ha conmocionado a los británicos
Una joven de 17 años ha relatado ante el Tribunal de la Corona de Cardiff (Reino Unido) el horror indescriptible de despertarse y descubrir que estaba siendo violada por un hombre, Robert Ellis-Evans, de 39 años, mientras su propia pareja, Sarah Vigus (alias Parkinson), de 38, la sujetaba para facilitar la agresión.
Los hechos, que han salido a la luz durante la vista por la sentencia, se remontan a una noche en la que la víctima, tras consumir vodka, se desmayó o quedó dormida por el nivel de embriaguez. Al despertar, se encontró con la aterradora escena: Vigus la sujetaba con fuerza por la cintura mientras Ellis-Evans la violaba. El grito y el llanto desesperado de la joven fueron la inmediata respuesta a la traición y la brutalidad de la que era objeto.
Previamente, la pareja agresora había expresado mediante mensajes su deseo de mantener un encuentro sexual en grupo con la adolescente. Tras la agresión, Vigus intentó calmarla afirmando falsamente que había dado su consentimiento, algo que la víctima siempre negó.
Un impacto devastador para la víctima
En una desgarradora declaración de impacto leída por el fiscal James Evans, la joven describió las secuelas que ha sufrido durante más de dos años y medio: "Todos los días pienso en lo que sucedió. Me siento sucia y, por mucho que me bañe, me duche o me frote, no me siento limpia". La víctima confesó haber pensado en el suicidio y en autolesionarse, y detalló cómo el trauma ha destruido su salud mental, su relación con su cuerpo y su intimidad. "Ya no soy la misma persona que era", afirmó.
Condena y veredicto
Tanto Robert Ellis-Evans como Sarah Vigus, de North Cornelly, fueron declarados culpables de violación. Además, Vigus fue hallada culpable de agresión con penetración. A pesar de que la defensa de Ellis-Evans alegó arrepentimiento y la de Vigus destacó que había dejado de beber y tenía un bajo riesgo de reincidencia, la jueza Lucy Crowther fue contundente al sentenciar: «Ambos la violaron íntimamente, tanto emocional como físicamente. Era una mujer particularmente vulnerable».
La valentía de la víctima al denunciar el hecho a sus padres y enfrentarse al proceso judicial ha culminado en una sentencia que, si bien no borra el dolor, supone un primer paso hacia la justicia.
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