El aeropuerto de Copenhague (CPH), Dinamarca, se vio obligado a suspender temporalmente todo su tráfico aéreo el lunes por la noche debido a avistamientos de drones no identificados.
Este incidente, que se suma a la creciente preocupación por la seguridad en el espacio aéreo europeo, causó el desvío de 35 vuelos a aeropuertos cercanos en Malmö, Billund, Aarhus y Gotemburgo. La policía danesa informó que se avistaron entre dos y cuatro drones de gran tamaño.
La amenaza de los "pilotos capaces"
La policía de Copenhague describió al autor de los avistamientos como un "piloto de drones capaz" que demostró habilidad al pilotar los aparatos a varios kilómetros de distancia. Las autoridades decidieron no derribar los drones por el alto riesgo que representaba para la seguridad de los pasajeros, los aviones en las pistas y los depósitos de combustible cercanos. Los investigadores están analizando si los drones fueron lanzados desde tierra o desde embarcaciones en los estrechos que conducen al mar
La posibilidad de que este evento sea parte de un ataque híbrido ruso no ha sido descartada, en el contexto de un aumento de las actividades de sabotaje rusas y las incursiones aéreas en el espacio de la OTAN.
Un problema que se repite en Europa
Este incidente en Copenhague no es un caso aislado. El mismo lunes por la noche, el aeropuerto de Oslo (Gardermoen), Noruega, también experimentó problemas similares que obligaron a mover todo el tráfico a una sola pista. Aunque los vuelos volvieron a la normalidad rápidamente, el evento subraya la vulnerabilidad de los aeropuertos ante estas amenazas.
El antecedente más grave de este tipo se registró en el aeropuerto de Gatwick, Londres, que en 2018 cerró su pista durante tres días, afectando a más de 140.000 viajeros durante la temporada navideña debido a decenas de avistamientos de drones.
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