Lloret de Mar revindica su apuesta por la sostenibilidad
El 74’24 % de los viajeros y el 81’26 de las pernoctaciones proceden de fuera de España
Hay destinos turísticos de los que retenemos imágenes que, si no son exactamente erróneas, pueden resultar sin embargo incompletas. Por ejemplo, si nos referimos a Lloret de Mar tendremos siempre en la memoria su litoral marítimo alfombrado de playas doradas. Y eso es así, pero sólo en un parte de su término municipal porque dos terceras partes de los casi 50 kilómetros cuadrados que ocupa son de carácter boscoso o rural. Nos lo explicaba Elisabet Keegan, gerente de Lloret Turismo, en el encuentro con los medios informativos que se celebró bajo la presidencia del alcalde, Adrià Lamelas quien, por cierto, ocupa este año la presidencia de Municipios Turísticos de Sol y Playa de España.
En posesión del distintivo DTI (destino turístico inteligente otorgado por la Secretaría de Estado de Turismo, Lloret de Mar se ha propuesto desarrollar un programa de formación para empresas del sector turístico en el ámbito de la digitalización, desarrollar el plan “Lloret actúa” que trata de recuperar la cohesión social y mejorar las relaciones entre residentes y turistas y poner en marcha el proyecto “Lloret sostenible” mediante la colaboración de agentes privados y la administración, así como llevar a cabo un programa de accesibilidad turística. También ha puesto el acento en su oferta gastronómica que, sin renunciar a las tradiciones de la cocina local y marinera, la ha enriquecido con las aportaciones de residentes llegado de más de un centenar de países diferentes. De su calidad dieron buena prueba en el encuentro celebrado Jaume y Melisa, de “Personal Xef”, con un menú integrado por mini taco crujiente de tartar de gambas blanca, encurtidos y aguacate, croquetas de setas de los bosques de Lloret y parmesano, carpaccio de apio con koji, pescado curado, yogur, pepino y vainilla, setas salteadas con yema de huevo marinada con soja, butifarra y parmentier, como entrantes para seguir con calamares locales rellenos y albóndigas como plato fuerte y, como postre, peras salteadas con crumble de almendra, helado de vainilla y compota de cerezas de madroño.
Reconocida como uno de los seis municipios catalanes de turismo familiar, esta población gerundense promueve también el turismo de cultura, deportivo, de naturaleza y de convenciones, es sede del Pride de la Costa Brava y sigue siendo escenario natural de numerosas producciones audiovisuales (más de 800 en los últimos veinte años).
Cabe destacar la importancia de los visitantes foráneos: el 74’24 % de los viajeros recibidos y el 81’26 de las pernoctaciones habidas proceden de fuera de España. Españoles y franceses supsusieron algo más de una tercera parte del total de visitantes recibidos, superando la cifra de los cien mil de abril a octubre, período en el que las pernoctaciones superaron las 400.000.
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