Así de sincero se ha mostrado Jorge Javier Vázquez en su blog de la revista Lecturas, llamado Vidas propias.
Las zonas con más afluencia de la ciudad han despertado decoradas con banderas rojigualdas | Los Mossos han detenido a siete personas por su implicación -cuatro adultos y tres menores de edad-.
Crecer psíquicamente implica pérdidas y separaciones que siempre son dolorosas. Parece razonable pensar que los padres tienen en eso un papel importante si ayudan, no a evitar las separaciones, sino a hacerlas más tolerables con su compañía.
A pesar de no contener ningún fármaco esas pastillas tienen el potencial de aliviar el sufrimiento y, en determinadas condiciones, tienen un efecto terapéutico franco.
"No es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita", es una verdad como un templo a la que los genios del marketing han sabido darle la vuelta: "Yo no soy tonto: es más feliz el que más tiene".
¿Dónde queda ese registro humano que nos lleva a la percepción y al sostén de aquel que es frágil y necesita ayuda? ¿Qué grito hay que sentir para reconocer en el otro su carencia, que está necesitado y que ayudarle es solo dar un paso, abrir un sobre, tocar el hombro, mirar un billete, quitarse los cascos y sentir curiosidad?
A los padres y a los adolescentes actuales les ha tocado vivir en una época marcada por el predominio de la imagen, que junto a su función constructiva y creativa, también es laberíntica y engañosa.
Una terapia no te obliga a ser lo que no quieres ser, te brinda la posibilidad de acercarte a lo que quieres ser.
Muchas veces las personas llegan al psicoanálisis después de seguir un via crucis de visitas a especialistas diversos que no han servido para aliviar sus dolores.
Los Centros de Salud Mental empezaron a recibir cada vez más pacientes que sufrían Trastornos Adaptativos en sus distintas variedades; con síntomas depresivos, con síntomas ansiosos, con alteraciones de la conducta o con combinaciones de dos o tres de ellos.
Se les ilumina la cara al comprobar que el comportamiento del paciente "cuadra perfectamente" con tal o cual trastorno del manual diagnóstico. Asunto cerrado.
Para volver al dichoso síndrome: que se acaben las vacaciones para la mayoría de las personas es doloroso.
Anfetaminas, ansiolíticos y antidepresivos. Más sencillo, más tranquilizante, evita problemas sociales y, de paso, fomenta la industria aumentando las regalìas de los fabricantes de medicamentos.
¿Se han dado cuenta de la frecuencia con la que decimos “pues yo”? Salgan a la calle, vayan al mercado o al gimnasio, hagan cola en el banco, escuchen en el bar la conversación de los de al lado y sorpréndanse al comprobar cuántas veces nos interrumpimos diciendo “pues yo”.
Seguro que os suena la cantinela de la de veces que la habréis oído: “me muero de aburrimiento”. Estas palabras u otras parecidas son difíciles de soportar para muchos padres y madres que se ponen ansiosos, se inquietan, se enfadan, se molestan... y corren a tratar de resolver como sea el asunto.
El gran impacto que tuvo “Internados: ensayos sobre la situación social de los enfermos mentales”, publicado en nuestro país en el año 1970 cuando ya se empezaban a alzar voces contra las horribles condiciones en las que se hallaban las personas que sufrían un trastorno mental y los déficits en la asistencia psiquiátrica continuó con las siguientes obras de Enving Gooffman aunque estas fueran menos celebradas o conocidas.
Hay cosas que no cambian. La infancia, la del siglo XXI y la de los primeros homo sapiens, se caracteriza por la indefensión y la total dependencia de los adultos que le rodean.
Si a usted se le rompe una pierna o se le incendia la casa, si una contusión le lleva a un servicio de urgencias o si presenta una denuncia a la policía, tal vez no lo sepa pero acaba de entrar en un protocolo. Es posible que asocie la palabra a normas de comportamiento de la realeza o de las relaciones diplomáticas, a sus rituales y ceremonias. Por ello puede quedar sorprendido, si al reclamar por lo que considera un error médico o una actuación incomprensible de un servicio público, le contesten, a modo de justificación, que se ha aplicado el protocolo.
La restricción creciente del concepto de normalidad y la patologización de la vida cotidiana son un correlato, en lo subjetivo, de la criminalización de la respuesta al conflicto provocado por el malestar social. En este blog un grupo de profesionales de la salud y territorios aledaños abrimos un espacio de análisis, reflexión y debate sobre aquellas cuestiones de nuestra experiencia que tienen interés para el público.