Begoleã Mendes Fernandes, de 26 años, fue arrestado en el aeropuerto de Lisboa y los medios portugueses alegan que la carne podría ser los restos humanos de Alan Lopes, de 21 años.
Un hombre podría ser condenado a pena de muerte después de matar, cocinar y comerse a sus vecinos estando, según los psiquiatras que lo valoraron, "cuerdo y apto para el juicio".
Bakshaev y su esposa almacenaron restos humanos en su nevera y congelador, así como en un sótano. La Policía encuentra partes de cuerpos congelados y envasados en frascos.