El coche con el que el expresidente de la Generalitat volvía desde Alemania hacia Bélgica traía un localizador incorporado por investigadores españoles.
Los servicios secretos españoles estaban monitorizando el trayecto de Puigdemont a través de una baliza colocada en el vehículo usado por el expresident, así como con el seguimiento de su teléfono móvil.