Entre los investigadores subvencionados destaca el equipo del climatólogo Joan Ballester, que trabaja en una aplicación que combina predicción del tiempo con datos epidemiológicos para alertar al sistema de salud de las consecuencias para grupos vulnerables de pueblo frente a fenómenos repentinos.
Asimismo, ha pedido que las autoridades sanitarias "cojan el conocimiento científico para actuar" ante una situación "compleja y difícil".