Recuerdo que cuando el famoso exhorto del Rey de España a Chávez con el “¿por qué no te callas?”, Zapatero le dio una muestra de civilidad cuando le exigió respeto por Aznar, a quien su par calificaba de fascista. Le indico que había un principio en el diálogo que era “no caer en la descalificación”. Sin duda de aquella diatriba salió airoso.