Los contribuyentes que declaran patrimonios superiores a los 30 millones de euros se han multiplicado por más de dos en la última década, pasando de 233 declarantes en 2007 a 611 en 2017.
El 10% de la población con mayor riqueza pasó de acumular un 44% de la riqueza neta total de los hogares en 2008 al 53% en 2014.