Más de dos tercios de los países, junto con muchas de las economías más avanzadas del mundo, están estancados o mostrando signos de un declive en sus esfuerzos para combatir la corrupción, según revela un reciente informe.
El organismo pide a Gobierno, comunidades autónomas y ayuntamientos que lleven a cabo políticas anticorrupción para limitar el avance de los discursos xenófobos y racistas.
Un informe de Transparencia Internacional la sitúa en el puesto 57 en el año 2017 entre los 180 países analizados.
Según los datos de la organización, esta posición es un puesto por debajo de la del año pasado y resulta el peor puesto de las series históricas del estudio.