Cristina Soria: "Una talla 38 o una 40, ¿qué más da? Se trata de cómo me siento yo"

La coaching Cristina Soria propone en su nuevo libro 'No son las dietas, son los hábitos' (Espasa) cómo organizarnos mejor para lograr el bienestar emocional.

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Cristina Soria

 

Cristina Soria


La periodista y coaching Cristina Soria (Calatayud, Zaragoza, 1975)  propone en su nuevo libro 'No son las dietas, son los hábitos' (Espasa) cómo organizarnos mejor para lograr el bienestar emocional y, en consecuencia, un estilo de vida saludable. Lejos de pasar hambre o obsesionarse con el peso, aporta consejos claves para sentirse mejor con uno mismo.


Si sabemos que dormir y comer bien son la base para una vida saludable, ¿por qué cuesta tanto conseguirlo?


Porque muchas veces no estamos concienciados realmente, porque nos lo han dicho pero no porque lo creamos nosotros. Otras veces, hay otros fines o beneficios que nos aportan más que cuidar nuestra alimentación y dormir lo que corresponde.


También porque muchas veces lo enfocamos mal, de ahí el título del libro. Hablamos de dieta, de régimen, lo cual nos pone los pelos de punta, sobre todo al que lo ha hecho más de una vez, y no nos damos cuenta de que tenemos que generar buenos hábitos.


¿Hacer dieta es un error?


Es pasar hambre, muchas veces. Es: hago dieta y no tengo vida social, hago dieta y es restricción, y estoy de mal humor, y además otras veces lo he hecho y no ha funcionado. Muchas veces asociamos la dieta a momentos puntuales cuando queremos corregir algo, y habitualmente es algo relacionado con nuestro físico, a no ser que haya problemas mayores de enfermedades. Habitualmente es o porque me quiero poner en bikini, o porque quiero entrar en estos pantalones, o porque tengo una boda...


Es algo puntual, ¿y después? Muchas vedes se vuelven a coger quilos porque la abandonas. Si en vez de hablar de dieta, hablo de hábitos, es que voy a cambiar un hábito en mi vida, como dejar de fumar o de beber, o hacer deporte, o estudiar.


¿Qué es el hambre emocional y cómo se vence?


La emoción va muy rápida, y cuando la razón quiere evaluar lo que estoy sintiendo y poner freno o cuestionarlo, ya ha pasado el momento. Cuántas veces has estado triste o enfadado y te has lanzado a lo que sea, y después de comerte toda la bolsa de patatas, dices qué he hecho, cómo me he puesto.


Lo importante es parar. Cuando yo estoy sintiendo que voy a comer pero no tengo hambre pero tengo esa ansiedad, estoy enfadado y encima me voy a castigar más, o me voy a premiar, porque a veces lo hacemos, lo importante es parar. 


Para, y escribe qué estás sintiendo, y qué te está diciendo esa emoción, y cómo la podemos gestionar, qué tenemos que hacer con esta emoción, con lo cual ya estoy bajando la intensidad de la emoción, ya estoy parando, ya actúo de otra forma.


¿A veces puede más la pereza que la motivación?


La pereza se asocia al diablo, nos dice 'se está mejor en la cama, para qué te vas a levantar a las siete'. Es como una fuerza que nos tira para atrás, hay que no escucharla tanto y escuchar más a la motivación. Tengo que encontrar un fin, un objetivo. Una persona que quiera correr la maratón, por ejemplo, y que todos los días salga a correr, su fin es acabar la maratón. Una persona que está estudiando para las oposiciones, su motivación es encontrar un buen puesto de trabajo. Esto es lo mismo, ¿por qué te cuidas? ¿Te quieres cuidar de verdad y para qué? De ahí puede venir tu motivación.


¿Qué papel juega el autoengaño?


Muchas veces nos decimos 'si yo no vivo del físico', pero cuando te pones un pantalón que te aprieta o cuando no te ves bien delante del espejo, es el momento de decir 'voy a cuidarme', pero más allá de perder o no peso, que a mí me da igual, siempre que no vayamos a los extremos. Una talla 38 o una 40, ¿qué más da? Al final de lo que se trata es de cómo me siento yo, cómo me siento conmigo misma y cómo me cuido a mí.


¿Cómo de importante es la organización del tiempo en los buenos hábitos?


La organización del tiempo es importante, en general, en nuestra vida, porque nos da estabilidad y porque nos damos cuenta de que no es necesario ir corriendo a todos los sitios ni con la lengua fuera, dejamos de perder el tiempo en cosas que no son ni útiles ni necesarias.


Sabemos el bien que nos hace la buena alimentación, si yo me propongo cuidarme y planifico, no cabe la improvisación. 


Este libro está escrito para personas y situaciones normales, ¿qué ocurre? Que tengo que comer en el trabajo e igual como un bocadillo. Si tengo que comer en mi casa e ir a buscar a los hijos, igual pienso qué más da si como cualquier cosa, pero si tengo la comida preparada no comeré cualquier cosa.


En tu caso personal, ¿qué es lo que más te cuesta?


El dulce, sin duda. En mi casa somos grandes comedores, mi padre es un gran cocinero y nos gusta comer. Generalmente, a los españoles nos gusta juntarnos alrededor de la comida. Quítame lo que quieras, hasta el pan, que yo pensaba que no podía comer sin pan, pero no el dulce, que me encanta. Lo que ocurre es que si reduces la cantidad de dulce, tu cuerpo se va acostumbrando y ya no puedes comer la misma cantidad de dulce, tu cuerpo se satura.


¿Y qué haces cuando quieres chocolate y tienes delante una caja de bombones?


Intento no comprar bombones, pero en mi casa hay un marido y unos hijos que comen. Se trata de acostumbrarte a no comer todos los días eso, pero si necesito dulce, tengo chocolate muy alto en cacao y me puedo tomar una onza y no tengo que comer la tableta entera.


También hay momentos en los que digo, a ver, las mujeres hormonalmente podemos cambiar mucho y hay momentos en los que digo voy a tomarme este chocolate porque lo necesito y soy consciente de que lo estoy haciendo, pero no lo hago todos los días. 


Hay formas de compensarlo, yo me cuido mucho haciendo ejercicio, con lo cual yo sé que si introduzco mucha cantidad de azúcar, de grasas, de energía, si entra por mi cuerpo y no sale por otro lado, eso al final es una subida de peso. Pero no hago deporte para comer. No se trata de 'cómo me machaco, como lo que me da la gana'.


En el libro propones una especie de diario de las emociones, ¿cuál es el tiempo ideal de lectura de 'No son las dietas, son los hábitos'?


Yo creo que el libro lo puedes leer como quieras, puedes hacer una primera lectura y luego lo ideal es 'leo, aplico los ejercicios y dedico mi tiempo a mí'. Cada lector lo hará en el tiempo que necesite. Yo digo que para cambiar hábitos por lo menos tienes que estar 33 días seguidos haciéndolo, pero esto se trata de trabajar antes o a la vez que estás incorporando esos hábitos. Yo doy libertad al lector, pero si sigues una cosa tras otra, cuando resuelves un capítulo, tienes que comenzar con el otro sin atosigarte. 



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