Pacma afronta las elecciones más reñidas como una oportunidad de oro para entrar en el Congreso

La formación animalista se quedó a 4.157 votos de sacar un escaño en Andalucía en las elecciones de 2016. El partido defiende propuestas más allá del bienestar animal para llegar a más votantes.

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Pacma manifestación

 

220.369 votos en el año 2015, y 66.000 más al año siguiente. ¿Logrará entrar la formación animalista en las instituciones el próximo 28 de abril? Pacma se enfrenta a los comicios con la esperanza de hacerse un hueco entre los grandes y acceder a las Cámaras.


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El Partido Animalista Contra el Maltrato Animal fue la primera formación extraparlamentaria en las elecciones generales de 2016. Castigada por la ley D'Hondt, las decenas de miles de papeletas acumuladas por el partido no lograron traducirse en ningún representante. Pero esta vez los sondeos son halagüeños: hace un mes, el 'tracking' de IMOP Insights les otorgaba un escaño en el Congreso de los Diputados.


En un contexto en el cual la tauromaquia o la caza han saltado a la arena política, las propuestas de los animalistas cobran relevancia en el debate público. Pero, ¿qué propone Pacma a los electores?


MÁS ALLÁ DEL BIENESTAR ANIMAL


Es evidente que el grueso de las medidas de Pacma siguen pivotando en torno al animalismo. Bajo un extenso epígrafe denominado "Elaboración de una Ley General de Bienestar y Protección de los Animales",  la formación agrupa un conjunto de iniciativas entorno a proteger mejor la vida de los animales. En este paquete se incluye la prohibición de la caza y pesca deportiva, la supresión de las granjas peleteras, el establecimiento de una Fiscalía contra el maltrato animal o su medida estrella, la prohibición de las corridas de toros.


No son todas las propuestas en materia animalista, ni siquiera todas las "ofertas" electorales que la formación ofrece a la ciudadanía. El programa de Pacma se articula sobre tres patas: animalismo, ecologismo --destaca el impulso de una "fiscalidad verde"-- y justicia social.


Son estos dos últimos puntos lo que pueden extender el radio de simpatía que provoca el partido hacia votantes que están preocupados por el bienestar animal, pero que también buscan unas siglas que ofrezcan otras medidas en materia laboral, educativa o sanitaria.


Para agradar a estos electores, la agenda de Pacma toca otros asuntos como el aseguramiento del Estado del Bienestar, el establecimiento de medidas de conciliación o contra la estacionalidad en el empleo y la regeneración democrática. En este punto, las medidas no se alejan de las típicas reclamaciones de formaciones a la izquierda del PSOE, como Izquierda Unida o Podemos.


EL VOTO ÚTIL, EL ENEMIGO DE PACMA


En unos comicios donde las listas de la derecha se nutren de toreros y donde la caza se debate día sí y día también, parecería que Pacma lo tiene más fácil para hacer llegar sus medidas al gran público. Sin embargo, el talón de Aquiles del animalismo siempre ha sido su carácter extraparlamentario, así como el hecho de que otras fuerzas hayan levantado la misma bandera para acudir las urnas.


Así, en las últimas elecciones andaluzas, Adelante Andalucía (la marca con que se presentaron Podemos, Izquierda Unida y en andalucismo) agavilló entre sus propuestas muchas de las medidas que históricamente han sido reivindicadas por Pacma, como la interdicción de la venta de animales salvajes o las "prácticas esclavistas" relacionadas con los animales.


Ante la tesitura de elegir entre votar una formación preocupada enteramente por estas temáticas o decantar el voto hacia una candidatura que incluye medidas animalistas, algunos votantes pueden preferir la opción menos audaz pero más segura. El próximo 28-A se despejará la duda.

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