Investigadores ponen en duda que la carne roja sea mala
El estudio concluye que la evidencia del riesgo de comer carne roja es bajo y no justifica en absoluto que se deje de comer. Asociaciones de salud no están de acuerdo con los hallazgos, que van en contra de lo recomendado por la OMS.
Un grupo internacional de investigadores ha llegado a la conclusión de que no hay suficientes evidencias para decir que comer menos carne roja conlleve más beneficios para la salud.
El estudio, publicado en la revista 'Annals Internal Medicine', afirma que las advertencias y consejos de las autoridades sanitarias de limitar el consumo de este tipo de carne no se basan en una buena evidencia científica.
Por lo tanto, los investigadores cuestionan las directrices de la Organización Mundial de la Salud sobre la carne roja -y la carne procesada-, así como las de la Sociedad Americana del Cáncer y la Asociación Americana del Corazón, que durante años han argumentado que estos tipos de carnes aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular y algunos tipos de cáncer.
Estas asociaciones de salud estadounidenses están en contra de las conclusiones del grupo y algunos críticos incluso han pedido que se posponga la publicación del estudio.
Los científicos de la Universidad de Harvard sostienen que las conclusiones "socavan la credibilidad de la ciencia nutricional y minan la confianza del público en la investigación científica".
BENEFICIOS MÍNIMOS
De acuerdo con las evidencias recopiladas, los beneficios para la salud de comer menos carne roja serían limitados, dicen los 14 investigadores responsables del estudio. "La certeza de la evidencia de esta reducción del riesgo es de baja a muy baja", dice Bradley Johnston, epidemiólogo de la Universidad de Dalhousie en Canadá y líder de la investigación.
Los responsables del trabajo también señalan que los beneficios de reducir el consumo sólo se pueden ver cuando se consideran grandes muestras de la población, por lo que no es necesario recomendar a las personas que cambien sus hábitos.
El estudio afirma que "los omnívoros tienen un vínculo con la carne y no desean cambiar su comportamiento cuando se enfrentan a posibles efectos no deseados sobre la salud".
Los investigadores han sacado sus conclusiones a lo largo de tres años, basándose en una serie de estudios e investigaciones en siete países.
El grupo concluye que la relación entre el consumo de carne roja y enfermedades como el cáncer o los problemas cardíacos o incluso la muerte es reducida.
"Por lo tanto, estas observaciones indican una baja recomendación de mantener los niveles actuales de consumo de carne roja y procesada", dice el documento. De los 14 autores del estudio, 11 recomendaron que el público mantuviera sus hábitos de consumo de carnes rojas y tres expresaron sólo una "ligera sugerencia" de reducir el consumo.
"No están diciendo que la carne tiene menos riesgos, lo que dicen es que el riesgo en el que todos están de acuerdo es aceptable para la gente", señala Marji McCullough, directora de epidemiología de la American Society Against Cancer, a la 'CNN'.
Frank Hu, presidente del departamento de nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard T.H. Chan, critica el estudio en cuestión, calificándolo de "irresponsable y poco ético". En un artículo publicado en el sitio web de la institución, Hu escribe, junto con otros colegas, que "las observaciones [de la investigación] son inconsistentes con el principio de precaución de la salud pública.
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