María Jesús Arnau, la discreta jueza que decidirá el tercer grado de los condenados del 'procés'
Arnau tendrá que evaluar en los próximos meses las peticiones de las Juntas de Tratamiento a la hora de aplicar un tercer grado a los condenados.
En cuanto se conoció la sentencia del 'procés', las defensas de los condenados dejaron claro cuál iba a ser su siguiente movimiento: lograr un tercer grado que aliviase sustancialmente la pena de los políticos presos. Para ello, los abogados solicitaran sin dilación el régimen de semilibertad para sus patrocinados y será entonces cuando la jueza María Jesús Arnau tomará cartas en el asunto.
La togada, que desde el año 2012 está al frente del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 5 de Barcelona, es una profesional que no parece adscrita a ninguna familia judicial y que ha ido ascendiendo en el escalafón sin hacer ruido.
Sin embargo, en el pasado su nombre saltó a la luz pública. Según el semanario 'El Triangle', tanto ella como su marido, Ramón Serra Masip --uno de los miembros del Consejo Asesor de Infraestructuras de Catalunya--, formaron parte de una lista de investigados por la agencia de detectives Método 3.
La andadura de Arnau, según cuenta Vozpópuli, empezó en el Juzgado de Primera Instancia de Gavá (Barcelona), de donde pasó a desempeñar el mismo cargo en el número 3 de Vic a principios de 1996. Sus posteriores destinos fueron Reus y Barcelona, donde recaló en el Juzgado de Primera Instancia número 3.
Arnau tendrá que evaluar en los próximos meses las peticiones de las Juntas de Tratamiento a la hora de aplicar un tercer grado a los condenados, una vez que en la sentencia se descartó la petición de la Fiscalía de que los reos cumplieran al menos la mitad de su condena entre rejas.
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