Jordi Ballart: "Tenemos la mano tendida a todo el mundo"
El alcalde de Terrassa, licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración por la UAB, comenzó su compromiso con la política con dieciséis años. Gobierna la tercera ciudad catalana con un partido 100% local y hace balance de sus primeros 100 días de un gobierno plural compartido con ERC.
El alcalde de Terrassa, licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración por la UAB, comenzó su compromiso con la política con dieciséis años. Gobierna la tercera ciudad catalana con un partido 100% local y hace balance de sus primeros 100 días de un gobierno plural compartido con ERC.
Jordi Ballart. Alcalde de Terrassa / Catalunyapress
Ballart trabajó como encuestador hasta que en el año 2005 entró en el Ayuntamiento de Terrassa para ocuparse de la concejalía de Comunicación y de la cartera de Solidaridad. Posteriormente, fue teniente de Alcalde de Planificación Urbanística y Territorio. Se presentó por primera vez a unas elecciones en 2015 y el 2 de noviembre de 2017 dimitió como alcalde en protesta por la aplicación del artículo 155 en Catalunya. En diciembre de 2018 nació el partido político local, Tot x Terrassa, con el que se presentó como candidato a la alcaldía en las elecciones municipales de este año. El 27 de mayo de 2019, el PSC se llevó un susto porque perdió ante Tot x Terrassa una alcaldía que ostentaba desde hacía 40 años ininterrumpidamente.
¿Cuando os presentásteis a las elecciones con Tot x Terrassa pensabais que gobernaríais?
Para nada, ni en los mayores pronósticos nos lo habríamos imaginado. Pensábamos que podíamos sacar un buen resultado, 3 o 4 como mucho, pero 10 en ningún caso. Sí que es verdad que cuando faltaban pocos días sí vimos que esto podía ir muy bien. En la candidatura teníamos a gente muy transversal: gente joven, gente mayor, gente que se sentía independentista, gente muy plural y abierta. El miércoles, cuando hice una visita a un mercado, la gente me animaba. Fue una sorpresa muy grande para todos. La gente de los otros partidos nos pregunta cuál es la receta del éxito. Pero tampoco hay una receta concreta en este caso. Fue un cúmulo de cosas, de circunstancias que se fueron alienando y que hicieron que eligieran este resultado. Casi llegamos a 11 concejales.
Con esta candidatura tan transversal y con un pacto de mandato con ERC, ¿cómo han ido estos 100 primeros días de gobierno juntos?
Sí, cualquier inicio siempre es difícil. Sí que es verdad que hay concejales que tienen experiencia y eso se nota, y mucho, a la hora de situarse sobre qué es un Ayuntamiento, cómo funcionamos los diferentes órganos, los trámites administrativos. Y esto se combina con concejales nuevos que vendemos de ámbitos diferentes muy concretos, del deporte, de la cultura, y hay que gestionarlo todo poco a poco, hasta integrarse a la dinámica de trabajo. Y después de los 100 días están todos en su juego y ha llegado el día de presentar nuestras propuestas de gobierno.
Ya habías tenido la experiencia de ser alcalde con el PSC. ¿Cómo has encontrado el consistorio en esta nueva legislatura?
Internamente no he notado cambios. Ha habido cambios de cargos de responsabilidad más estratégicos porque es lógico, hemos elegido a personas de nuestra confianza. Pero la gestión interna es muy similar. Claro, es que he estado fuera 18 meses.
En estos 100 días, aunque sea poco tiempo, ¿qué ha conseguido?
Al margen de la creación de dos Concejalías nuevas, tenemos por ejemplo el objetivo de hacer el proyecto de la cobertura de la Riera. Hemos creado la concejalía de bienestar animal. Pero la medida estrella, que se ha concretado recientemente es la recuperación de la policía de proximidad, la policía de barrio. Esto era algo que la gente nos pedía, la de recuperar a esta policía, que la ciudadanía sepa el nombre de los guardias, que estará en las tiendas, que será una persona de confianza de la gente.
Su campaña electoral fue de mucha proximidad. ¿Quieres que la gente termine diciendo que eres un alcalde que los escucha, hace las cosas y si no las hace, nos explica el porqué?
Sí. Pero no tanto del alcalde sino que éste sea el talante de este gobierno. La gente debe sentir que el Ayuntamiento es suyo y se identificará con la administración pública. Se debe poder entrar aquí, incluso físicamente, para poder preguntar y consultar. Hasta que todo el mundo sienta que es la casa de todos. Este es el espíritu que deberá impregnar a toda la estructura municipal y especialmente a los concejales, que son personas que vienen de diferentes ámbitos de la sociedad civil. Son personas que tienen que estar en la calle, que han de escuchar y no deben estar siempre en los despachos. El político, que es el representante del ciudadano, debe estar junto a la gente y dar directrices a los técnicos y éstos resolver los problemas y los proyectos. El político tiene que estar en la calle con las antenas puestas, debe estar escuchando, debe estar gestionando conflictos, muchas veces, y poner el sentido común, y a partir de unos valores determinados tomar decisiones que los despachos deben aplicar. Tenemos que estar en la calle. A veces recibo críticas de que estoy demasiado en la calle y se preguntan "cuando está en el Ayuntamiento, ¿dónde está, quien da las órdenes?". Una vez a la semana sí estoy aquí despachando con todos. Incluso con reuniones con entidades, que temen la tendencia de venir hasta aquí. Estamos yendo hasta su espacio, sus locales y viendo su realidad.
¿Cuál ha sido el mayor cambio que has sufrido con todo lo que tocó vivir?
Creo que el hecho de no tener una marca de partido, y no estar sometido a una disciplina cada día, y a veces tienes que hacer posicionamientos en determinados temas supramunicipales, no sólo los que vivimos en Catalunya sino varios, como los refugiados, y han de pasar por la disciplina de partido, eso te da una libertad muy grande y la libertad de conciencia. Y, al final nuestra conciencia pesa más que la disciplina de partido, y eso en todo. Y en los plenos, nuestro proyecto, y así lo dijimos en nuestra campaña, cuando haya temas supramunicipales, que afectan a las libertades en España y Catalunya, la libertad de conciencia, hace que cada uno piense y no hay una disciplina férrea de partido. Y esto hizo que se produjera mucha libertad e implicación de mucha gente en el proyecto. Dar esta libertad, destensiona de alguna manera la gobernanza de la ciudad. El hecho de tener un partido que no lleva una marca nacional y que, por tanto, no es etiquetado, como los unos o los otros, sino que hay un poco de todo. Esto hace que sea más fácil gobernar y tomar decisiones.
Entonces, para aquellos que piensan que desde la pluralidad y la diversidad no es posible gobernar un Ayuntamiento, ¿el mensaje desde Terrassa es todo lo contrario, no?
Terrassa es la tercera ciudad más grande de Catalunya y en el momento en que se produjeron las elecciones municipales fue un momento de máxima polarización sobre la cuestión nacional. Pero nosotros, con una ciudad de más de 220.000 habitantes, logramos que éste no fuera el componente básico a la hora de votar de la gente. Que la gente valorara, sobre todo, los proyectos de ciudad. Esto es clave, se puede ir juntos, gente muy diferente. Tenemos gente que cree que Catalunya debe ser independiente y gente que es todo lo contrario. Pero esto no es una dificultad en Catalunya, de poder convivir, y en el caso de la ciudad nos unen unos valores progresistas, nos une la defensa de los derechos de las personas, la defensa de los servicios públicos. Cosas que están más por encima y que tendrán más importancia que lo que piense cada uno del tema nación. Y en eso, si Catalunya aprendiera de lo ocurrido en Terrassa, yo creo que está la clave de la solución también. De ir juntos mucho mejor.
El alcalde de Terrassa en su despacho / Catalunyapress
¿Crees que Terrassa da un mensaje de esperanza de que se puede convivir, se puede pensar diferente y se puede gobernar?
Sí, se puede trabajar en una mesa con gente independentista que esté al frente de todas las movilizaciones y con gente que está a favor de la unidad de España. Y toda esta gente está gobernando junta y se entienden. Esto es lo más importante para nosotros y lo que nos mueve al final. Y con esta discrepancia, hablando, al final, es posible llegar a un entendimiento, que pasa por que algún día, legalmente, de forma acordada, el pueblo se pueda expresar en un referéndum. Pero esto pasa por un diálogo, un acuerdo, por la convivencia. Aunque defiendo un estado federal, creo que todavía podemos tener un punto de encuentro sobre dónde podemos llegar como sociedad. Siempre ha pasado por que se acuerde con un referéndum. Esto debería ser más fácil. Es lo más fácil. Pero es lo más complicado.
¿Esta crispación de la política tiene que ver con el nacimiento de partidos como VOX?
Esta crispación es un interés de todos bandos, tanto de VOX como de Ciudadanos. Como ven que en las encuestas están bajando, aquí todo es "postureo". En nuestro pleno, se presentó una moción en relación con una pancarta que no estaba y la presentaron igualmente. Son temas muy simbólicos para generar una tensión innecesaria. Han creado una teoría sobre las escuelas en Catalunya sobre el castellano que es más "postureo" para reafirmar las posiciones pero sin voluntad de diálogo y de resolver problemas reales. No hay una voluntad real de sentarse a una mesa y hablar.
¿Y eso cómo se lleva a Plenos de Terrassa con una propuesta política como la vuestra tan transversal?
Con equilibrio. En nuestro partido tenemos libertad de voto y de conciencia de cada uno. Al punto del pleno, que era "la pancarta", algo que afecta a la institución y entendían que no era un tema supramunicipal. Y cómo afecta el Ayuntamiento y hay gente independentista y unionista, hay que preservar la institución, que es de todos, y la institución no debe representar a un partido y debe ser neutral totalmente en este tema. Por lo tanto, se cerraron filas y con "la pancarta" se contribuye a generar más división en la sociedad en este momento, quiere decir que haya gente que no se identifica con su Ayuntamiento y choca con nuestros valores. En la Diputación de Barcelona, donde también tuvieron la sorpresa de tener allí una diputada, en todos los temas nacionales nos abstendremos en todo lo que se hable de ello.
Pronto presentaréis el Proyecto de Mandato de la ciudad. ¿Cuáles serán los hilos conductores de su gobierno? ¿Qué puedes adelantarnos de este proyecto?
Nosotros, lo que queremos, no es dibujar la ciudad en los próximos cuatro años sino de cara a un horizonte de futuro, por lo tanto, estamos pensando en la ciudad del 2030-2040-2050 casi. Y estamos planteando cuestiones importantes de futuro. Por ejemplo, todo lo que tiene que ver con la Revolución Verde, estamos muy preocupados con la calidad del aire. Terrassa pondrá en marcha la zona de bajas emisiones apostando por el transporte público. Terrassa sufrió una gran transformación con la celebración de los Juegos Olímpicos. Las inversiones que se hicieron nos dieron un salto de calidad como ciudad. No sólo con el sentimiento de orgullo sino en toda la zona olímpica, la zona de la Renfe, los ferrocarriles. Y, después de la crisis económica, ahora estamos en disposición de hacer otro gran salto para transformar Terrassa. Y aquí tenemos: la Riera de las Arenas, que todavía desgraciadamente divide la ciudad que hace que haya desequilibrios territoriales y la voluntad es afrontar estos proyectos. En el caso de la Vía de Canales y de la Riera también. Son proyectos muy caros que no sólo dependen de la voluntad municipal sino que al final la titularidad de las Rieras es del ACA. Estamos hablando de 120 y 160 millones de euros. Son inversiones muy grandes que no podemos alcanzar pero sí hay la voluntad de hacer los proyectos e ir a buscar la financiación. Esto supondrá un cambio urbanístico muy importante de la ciudad. También ayudaremos al comercio con un plan de choque. Queremos acabar con los locales vacíos creando una bolsa de espacios comerciales para facilitarles mejores condiciones. Hay muchos temas.
Con el tiempo que ha pasado, ¿cómo son tus relaciones con el PSC?
Las relaciones son complicadas. Es lógico que cuando se reafirmaban en sus posicionamientos me costó entender aquella salida. Pero intentando situarme en ese momento con los valores que pensaba provoca que no sea fácil la relación. Ahora estamos intentando poner el marcador a cero porque es un partido importante, el primero de la oposición. Con 7 concejales es un resultado muy digno. Yo creo que en temas importantes de ciudad el PSC debe estar también. En el pacto de gobierno de proximidad, en temas de revolución verde, en todos los planes de movilidad y de calidad del aire estamos de acuerdo en las grandes medidas y nos gustaría también que en la concreción de todo esto estuviera el PSC. Es un actor importante en la política local. Y creo que debemos tejer consensos de ciudad.
Es una voluntad de mano tendida a todo el mundo.
Sí, mano tendida a todo el mundo.
¿Qué te dice la gente por la calle?
Me ha sorprendido algo, que es el "run, run" este que dicen "si ganamos, estos como es un proyecto sólo de Terrassa y muy local, algo cerrado, nadie nos abrirá puertas, estaremos aislados y...". Para sorpresa estoy viendo que es al revés. El hecho de no tener una marca de partido en el ámbito nacional ha abierto puertas, en este caso con la Generalitat. Como se ha hecho con Hospitalet, como son la tercera ciudad de Catalunya hemos abierto una comisión bilateral para tratar todos los temas que tenemos y es un hito histórico. Hasta ahora cada cuestión que teníamos con la Generalitat tenía que ir a negociar con cada uno de los Departamentos, ahora tenemos la Comisión bilateral con la que nos reuniremos periódicamente con la voluntad de tener una relación fluida, directa y preferente. Y esto era inimaginable en la época del PSC. Porque no me veían como el alcalde de Terrassa sino que desgraciadamente me veían como el alcalde del PSC. También hemos estado en Madrid, a pesar de que esté el PSOE, estamos pendientes de unas reuniones con la Secretaría de Estado de infraestructuras por el tema de la E90.
Podemos mirar a la gente más a la cara, a los ojos y no tenemos la traba de llevar una etiqueta que esto a veces te dificulta la relación con otras instituciones, y eso fue muy positivo a diferencia de lo que podía pensarse alguien y que, de hecho, alguien nos lo dijo. Esto es un partido localista pero abierto a la sociedad y lo estamos demostrando con hechos concretos. Como el tema de Endesa, que recibieron la carta y convocaron a otros Ayuntamientos y aparecieron 50 de cerca de Terrassa, de las capitales de provincia, y lograron hacer presión. Y, luego, otros organismos admitieron que ficharon la posición inicial y vemos que tenemos una incidencia.
¿Qué has aprendido en este proceso de campaña?
Pues que con cero euros se puede hacer política. Que no hay que estar en un partido político. Y, al final, explicar a la gente qué se puede hacer y qué no se puede hacer. Y hacer una gestión muy transparente y con cero euros y con buena voluntad, al final, podemos conseguir las cosas en una ciudad de más de 220.000 habitantes. Con cero euros. No es necesario tener grandes estructuras ni tener padrinos para hacer política.
Tus relaciones con los medios de comunicación, ¿cómo son?
Tenemos relación con todo el mundo y nos tratamos con la máxima transparencia. Queremos que las informaciones lleguen a la gente, las cosas que queremos hacer.
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