Antonio Banderas trae a Barcelona 'A chorus line', primera producción de su teatro de Málaga
El legendario musical de Hollywood que tiene ya cerca de medio siglo de existencia.
Con un Goya en la mano y una nominación para el Oscar, Antonio Banderas llega a Barcelona de paso para los Estados Unidos. Viene para presentar 'A chorus line', el legendario musical de Hollywood que tiene ya cerca de medio siglo de existencia y es un verdadero clásico, pero que el actor malagueño quiso recuperar para inaugurar el Teatro Soho que ha promovido en su ciudad natal. Gran expectación en el vestíbulo del Teatro Tívoli donde las ruedas de prensa habituales no suelen reunir más de una veintena de periodistas. Hoy pudo ser un centenar, mayormente fotógrafos.
Por fin aparece Banderas y se somete a la liturgia de las cámaras. En la escalinata del foyer y en la calle, aunque Caspe, en plenas obras, no resulte un escenario excesivamente lucido. Y luego toma asiento con Pablo Puyol que interpretará el papel protagonista de Zach, el mismo que hizo Banderas durante las funciones de Málaga, algo inédito pues nunca una figura de su talla había encarnado ese personaje.
¿Por qué escogió 'A chorus line' para inaugurar su teatro? Dice que por varias razones. "Porque en la obra subyacen unos principios que el espectador capta subliminalmente, invita además a reflexionar sobre el arte teatral, puesto que tiene un carácter coral y hace pasar el foco de un personaje al conjunto actoral de bailarines y cantantes que suelen permanecer anónimos; y, en fin, porque es una obra divertida emocionante y… ¡capaz de llenar el teatro!". Banderas explica que, respetando la obra original, algo que es exigencia de los legatarios de los derechos, se ha permitido "subrayar la vulnerabilidad de Zach, de la que en la versión inicial carece y la hemos sacado al escenario". Destaca ciertamente que en la función toda la música es en vivo. "En el teatro todo ser en directo, tengo terminantemente prohibido el pregrabado".
Banderas recuerda la amistad que mantiene con Lluis Pasqual, que renunció a la dirección del Teatro del Soho porque consideró que, una vez puesto en marcha, no hay mejor director que su propio promotor. El actor malagueño añadió además que Pasqual finalizó su tarea de gestión, pero va a seguir en el teatro como director de escena.
En todo caso, está lleno de proyectos. Anuncia su propósito de crear otro segundo teatro, éste alternativo, y de promover una escuela teatral que vaya más allá de la interpretación y asuma todas las artes y oficios de la escena. Cuando se le recordó qué pensó cuando recibió el Goya el mismo día en que sufrió un infarto hace tres años, dijo que sólo pudo hacerlo "en la Virgen de la Esperanza". Eso sí, fue algo "que cambió mi vida y el orden de prelaciones". Y es que Banderas, más allá del mito y de la noticia puntual, sigue siendo un personaje sencillo. Dijo que las personas de las que se ha separado siguen siendo "su familia" y añadió: "No soy una persona escandalosa". ¿Actor o estrella? "No me preocupan los adjetivos, yo voy a lo mío, al papel que tengo que interpretar en cada caso y a hacerlo lo mejor posible".
¿Preocupado por la noche de los Oscar? Sonríe y no duda en exclamar: "El mayor enemigo del éxito es la ansiedad por conseguirlo". Todo un filósofo.
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