Hace ya unos cuantos años, cuando la democracia brillaba por su ausencia en la España de Franco, muchos, cuando oían la palabra Perpiñán inmediatamente la relacionaba con esas películas prohibidas por el régimen. Muchos españoles, especialmente catalanes, por eso de la proximidad, acudían a esta ciudad para poder ver los films que la censura relegaba a la basura.
Los censores se cebaron con una película del director italiano Bertolucci que se había estrenado en diciembre de 1972 en Paris, y que poco después llegaría a Perpiñán: "El último tango en Paris", una película morbosa que había producido largas colas en los cines donde se proyectaba. Perpiñán no fue la excepción y miles de catalanes hacían colas para poder ver la película. La ciudad francesa era conocida por la proyección de esta película que marcó un hito para una buena parte de esa generación.
La Perpiñán del cine porno que muchos recuerdan se ha convertido este pasado sábado en la ciudad que ha marcado la estrategia del huido Puigdemont para echarle un pulso a ERC y al mismísimo Junqueras.
El mitin de Puigdemont en la ciudad francesa, con la permisividad de las autoridades galas, incluido el presidente Macrón, es un torpedo en toda regla a la línea de floración de los republicanos, que mantuvieron una presencia discreta de sus lideres en el gran acto de afirmación del salvador de Catalunya. Tanto es así que cuando se proyectó el mensaje grabado de Junqueras, se pudo escuchar algunos silbidos en contra del líder republicano que se encuentra, de momento, en prisión. Mientras Puigdemont hace mítines.
El torpedo del expresidente quedó patente cuando no solo obvió la mesa de dialogo en su discurso, y de la que forman parte personas de su confianza, sino que hizo un
llamamiento a preparar “la lucha definitiva” para lograr la independencia. Toda una demostración de dejar en mal lugar a los republicanos . La pregunta es ¿por qué participa entoces en esta mesa de diálogo?, la respuesta es muy fácil: para tocar las narices todo lo que haga falta.
Puigdemont no le interesa la mesa, solo la confrontación, más ahora que él mismo ha dado el pistoletazo de salida a la campaña electoral. Su objetivo es dinamitar a un partido que tiene 89 años de historia, que quiere negociar y llegar a un acuerdo con el gobierno de coalición de Pedro Sánchez.
La moderación de la antigua CDC que siempre ha sacado más réditos negociando, al ser necesarios sus votos en la constitución de los distintos gobiernos tanto del PSOE como del PP ha dado paso a un partido, el PDeCAT, que se ha sido anulado por JXC, el partido que controla con mano férrea, Carles Puigdemont. Una deriva que en nada le benéfica, por eso tiene que seguir dando golpes de efecto para arañar votos a los otros partidos independentistas, incluida la CUP, ¡quien lo diría!. Para esta operación cuenta con la ayuda inestimable de su peón en la Generalitat, Quim Torra que está a sus órdenes.
Por las imágenes que llegan de Perpiñán se puede apreciar que a Puigdemont le ha crecido la barriga, no sabemos si por el atracón de churros que les suministraron sus admiradores, o por la buena vida que lleva en Bruselas, ahora como parlamentario, con un buen sueldo, de momento, asegurado.
Puigdemont y Torra tienen una estrategia que es la de dinamitar todos los puentes con el gobierno de coalición de Sánchez. Lo mismo va a hacer con ERC hasta el día de las votaciones. Es mucho lo que se juega, aunque para eso tenga que seguir mintiendo a sus seguidores, fieles acólitos,que ahora no hacen cola para ver el cine en Perpiñán, sino para comprar churros que les haga más llevadera su estancia en la ciudad francesa.
Perpiñán, ha pasado a ser la ciudad del Tango en París, a la de los churros de Puigdemont, son cosas de la modernidad, la democracia y la demagogia engañosa.
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