VÍDEOS: Las bandas de "relojeros" repiten robos violentos en Barcelona
Los "relojeros" son carteristas con gran movilidad por Europa que van a la caza de relojes de gama alta que portan turistas adinerados porque se venden rápido en el mercado negro.
Las bandas de 'relojeros', ladrones especializados en el robo de relojes de gama alta, ha reaunudado su actividad en Barcelona, persiguiendo a turistas adinerados que han escogido la capital catalana como destino vacacional.
Los grupos de delincuencia urbana de los Mossos d'Esquadra y de la Guardia Urbana vuelven a obtener imagenes de estos ladrones que actúan en grupos, integrados por varios hombres originarios de países del Magreb de entre 20 y 30 años, y que cambian de ciudad europea con frecuencia para huir de la justicia. Al parecer, Barcelona les gusta cada vez más, sobre todo durante los meses de máxima afluencia turística.
A pesar de su juventud, demuestran una gran paciencia y un alto grado de coordinación para seguir a su presa.
La última victima se la han cobrado en el Barrio de El Raval actuando, como es habitual en ellos, con extrema violencia sobre su victima, un hombre corpulento pero que es literalmente apalizado en plena calle para robarle el reloj de su muñeca.
Y si una imagen vale más que mil palabras aquí tienen dos videos ilustradores del robo perpetado.
Los relojes en atención a las denuncias policiales suelen ser de las marcas Richard Mille, Audemars Piguet, Patek Philippe, Hublot, Rolex, Hermes, Cartier, Panerai o Ulysse Nardin, que tienen precios que oscilan entre los 50.000 y los 150.000 euros y se pueden revender con relativa facilidad a compradores del Magreb o Dubai. A pesar de que las casas de relojes son informadas de los números de serie de los aparatos robados, y de que eso implica que el nuevo propietario -el que se lo compra al ladrón- no podrá llevarlo a reparar a niguna empresa oficial, la demanda del mercado negro no cesa.
Los ladrones actúan cerca de hoteles lujosos ubicados en el casco antiguo de la ciudad o en las zonas de ocio nocturno: en el litoral marítimo o en la calle Tuset. No todos los 'relojeros' actúan de la misma forma. Algunos esperan a sus presas hasta altas horas de la madrugada, cuando salen de los bares de copas o tras el cierre de las discotecas. Se centran en turistas ebrios y tratan de sustraer el reloj sin que estos se den cuenta, acercándose de forma amistosa. Si esta treta no funciona, tampoco dudan en comportarse de forma violenta.
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