El 15 % del gasto público en infraestructuras acaba en la corrupción
Así lo asegura el FMI, que pide a los gobiernos mayor eficacia en el control del dinero
La inversión que hacen los estados en infraestructuras no está suficientemente controlada por los gobiernos, lo que provoca que mucho dinero acabe en manos de corruptos. Esta es una acusación que hace el Fondo Monetario Internacional, que asegura que el 15 % del dinero que se destina a infraestructuras acaba en manos de corruptos.
"La inversión pública en infraestructuras jugará un papel clave en la recuperación. Pero con los recursos limitados, los Gobiernos deben gastar el dinero de los contribuyentes sabiamente en los proyectos correctos. Para ello, los países necesitan una buena gobernanza de la infraestructura: instituciones y marcos sólidos para planificar, asignar e implementar una infraestructura pública de calidad", afirma el FMI en un informe titulado 'Bien gastado: cómo una sólida gobernanza de la infraestructura puede acabar con el desperdicio en la inversión pública'.
Además, denuncia que "con demasiada frecuencia, la inversión pública genera una infraestructura cara y de mala calidad, con beneficios limitados para las personas y la economía. Tiende a involucrar proyectos que son grandes, a largo plazo y complejos, todo terreno fértil para la corrupción, las demoras y los sobrecostos. Una sólida gobernanza de la infraestructura es clave para reducir este desperdicio".
REFERENCIAS A ESPAÑA
En el informe también se hace referencia a España. En concreto asegura que durante las dos décadas que van desde 1995 a 2016 "la falta de transparencia en las licitaciones públicas condujo a prácticas corruptas". Cita el caso del aeropuerto de Ciudad Real "que no pudo garantizar un mínimo de demanda y tuvo que cerrarse unos años después de su construcción". También hace referencia a la quiebra de las autopistas y el rescate que el Estado ha tenido que hacer de muchas de ellas.
Además, el informe considera que hay soluciones para evitar que este tipo de corrupción se repita. "Liberar este potencial debería desempeñar un papel importante a medida que los países se recuperan de la pandemia. La buena noticia es que las pérdidas de eficiencia y el despilfarro en infraestructura no son inevitables. Nuestras estimaciones muestran que más de la mitad de estas pérdidas podrían compensarse mediante una mejor gobernanza de la infraestructura", dice.
Y añade: "La inversión en sistemas de salud, infraestructura digital y sostenible con el medio ambiente puede mejorar la vida de las personas, conectar los mercados y mejorar la resiliencia de los países al cambio climático y las pandemias futuras".
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