Esto es economía circular: La segunda vida del 98% de los residuos de la red eléctrica
E- distribución, la filial de distribución de Endesa, recicla cerca del 98% de los residuos generados en la red en su apuesta por la economía circular y el aprovechamiento de los materiales.
Tipología de residuos eléctricos / @Endesa
Los más de 319.000 kilómetros de líneas eléctricas, 133.900 centros de transformación y 1.275 subestaciones gestionados por e-distribución, la filial de distribución eléctrica de Endesa, albergan miles de toneladas de metales reciclables. En concreto, el stock de aluminio, cobre, acero y hierro de la red de e-distribución alcanza las 908.000 toneladas, que serán recicladas en su totalidad una vez finalicen su ciclo de vida.
En este sentido Endesa ha dado una segunda vida a cerca del 98% de los residuos generados en su red de distribución durante el 2020. Concretamente se trataron más de 40.000 toneladas de materiales procedentes de las continuas labores de construcción, mantenimiento y mejora de la red eléctrica , que seria como dar casi 8 veces la vuelta a la tierra.
La constante mejora de una red eléctrica tan extensa genera inevitablemente residuos, pero el concepto de residuo desaparece cuando se reciclan estos materiales. Hoy en día, ya se reutilizan y aprovechan prácticamente la totalidad los residuos valorizables provenientes de la red de distribución de Endesa de acuerdo con los principios de la economía circular.
Mediante gestores de residuos autorizados se ponen en marcha los mejores tratamientos para recuperar y transformar los residuos con el objetivo de maximizar su valoración y devolverlos al ciclo de producción y consumo.
El material eléctrico que se puede reciclar/ @Endesa
En particular, se recupera el material metálico de los equipos de la red, baterías y acumuladores; se regeneran o se dan nuevos usos a los aceites minerales utilizados en subestaciones eléctricas; y se reciclan o recuperan metales y compuestos metálicos del cableado eléctrico.
Aplicando los principios de la minería urbana, Endesa destinó al reciclaje toneladas de residuos metálicos procedentes de su red e instalaciones, un incremento anual derivado del esfuerzo continuo de renovación de equipamiento para mejorar la calidad de servicio de la red eléctrica.
La minería urbana, la recuperación de materias primas procedentes de desechos eléctricos o electrónicos existentes en nuestras ciudades, está ganando peso a nivel mundial gracias a sus beneficios económicos y medioambientales, que la convierten en un paradigma de economía circular.
Recuperar los materiales que ya existen en nuestras ciudades y darles una nueva vida se enmarca además en el Objetivo número 12 de Desarrollo Sostenible (ODS) de Producción y Consumo Responsable que busca, entre otras metas, fomentar el uso eficiente de los recursos y la energía.
Extraer metales del mineral en bruto es un proceso que requiere usar mucha más energía e implica más emisiones contaminantes que el reciclaje. Por ejemplo, en el caso del aluminio, el reciclaje de este material permite ahorrar hasta un 95% de energía respecto a su producción a partir de mineral bruto. En el del acero, el reciclaje de chatarra de acero emplea hasta un 75% menos de energía que procesar el mineral de hierro; y en el del cobre, hasta un 85% menos, según los datos de la Oficina Internacional del Reciclaje.
Infografia basada en datos de la ONU sobre el ahorro de energía en el reciclaje de metales
El stock de aluminio incluido en los elementos que componen la red eléctrica supera las 428.000 toneladas, una cifra que representa un elevado porcentaje de la producción anual de aluminio en España . Además cuenta con cerca de 81.000 toneladas de cobre y 399.000 toneladas de hierro, acero y acero inoxidable procedentes, principalmente, de las torretas eléctricas, los transformadores, los interruptores de gas y los “cientos de” miles de kilómetros de cables desplegados por toda la red que lleva la electricidad a los hogares.
A la hora de seleccionar los residuos que se pueden valorizar también se categorizan en especiales o no especiales. Se consideran especiales el aceite aislante y las emulsiones de agua con aceite de los transformadores, por ejemplo, de los que se consigue reciclar en torno al 90 %; mientras que se clasifican como no especiales la chatarra, aisladores, escombros, cableado eléctrico, postes de hormigón, papel y plásticos, entre otros, que tienen un porcentaje de reciclaje que alcanza prácticamente el 100%.
Tabla de clasificación de residuos en especiales o no especiales (comunes)
Esta gestión cuidadosa y especializada de los residuos se realiza de acuerdo con la Política Ambiental de Endesa, que destaca por una clara apuesta por la sostenibilidad a lo largo de toda la cadena de valor. Concretamente, la actividad de distribución de energía eléctrica se realiza bajo el paraguas de un sistema de gestión basado en la normativa ISO 14001, certificado desde 2004, que garantiza la excelencia en la gestión ambiental y la mejora continua de los procesos. Así, se trabaja para la disminución progresiva del consumo de recursos y la reducción del impacto sobre el medio ambiente donde se desarrolla su actividad productiva.
Endesa se adhirió en 2017 al Pacto por una Economía Circular promovido por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, con el objetivo de sustituir una economía lineal basada en extraer, producir, consumir y tirar, por una economía circular en la que se reduzcan, reutilicen o reciclen los materiales para reincorporarlos al proceso productivo, así como reducir o, incluso, en lo posible, eliminar la producción de residuos. En definitiva, se trata de valorizar los residuos e ir un paso más allá en su gestión.
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