Las mujeres sufren más complicaciones y muertes cuando las opera un hombre
Que las mujeres estamos en desventaja en muchos ámbitos es algo que gran parte de la sociedad tiene en mente y de ahí que se hagan tantas manifestaciones y reivindicaciones por parte de los feministas. Pero quizá no es tan obvio el hecho de que las desigualdades llegan a la sanidad y hasta a los quirófanos.
Que las mujeres estamos en desventaja en muchos ámbitos es algo que gran parte de la sociedad tiene en mente y de ahí que se hagan tantas manifestaciones y reivindicaciones feministas. Pero quizá no es tan obvio el hecho de que las desigualdades llegan a la sanidad y hasta a los quirófanos: las mujeres mueren más cuando las opera un hombre.
Un equipo de neurocirujanos en un centro médico de Barcelona /@EP
Cabe señalar que la mayor parte de las personas que se dedican a las cirugías son hombres. En Europa, concretamente, ellos representan casi el 90% del total de los profesionales en este ámbito. Y ya son varios los estudios que apuntan a lo que hemos mencionado unas líneas más arriba: que cuando una mujer es operada por un hombre tiene más posibilidades de sufrir complicaciones y hasta de morir.
Ahora, una nueva investigación publicada en la revista médica JAMA Surgery aporta nuevos datos. En el texto se explica que las mujeres tienen un 15% más de probabilidades de tener complicaciones y un 32% más de probabilidades de morir durante una operación cuando es un hombre quien realiza la cirugía.
Pero estos no son los únicos resultados hallados que apuntan a una desventaja, pues según se recoge en este estudio, cuando el cirujano es un hombre el riesgo de readmisión de cualquier paciente mujer aumenta un 11% y el riesgo de permanecer ingresada más tiempo en el hospital se incrementa un 20%. Algo que, según aseguran, no sucedía a la inversa, es decir, cuando una mujer operaba a un hombre.
Para sacar estas conclusiones, los investigadores analizaron los registros de 1.320.108 personas de Ontario que se sometieron a 21 cirugías comunes realizadas por 2.937 profesionales. Los procedimientos quirúrgicos realizados iban desde la extirpación de un apéndice o una vesícula hasta un reemplazo de cadera o una reparación de aneurisma.
La medicina también discrimina a las mujeres
¿POR QUÉ EXISTE ESTA DIFERENCIA?
Esto es algo que los autores del estudio no tienen del todo claro. Sin embargo, creen que puede deberse a los "sesgos sexuales implícitos", pues los cirujanos hombres "actúan sobre sesgos, estereotipos y actitudes subconscientes y profundamente arraigados".
Además, consideran que otro factor causante podría ser la diferencia en la comunicación de hombres y mujeres. Ellas, en general, presentan mejores habilidades interpersonales tanto con sus compañeros como con los pacientes antes de la operación.
Por otro lado, en un reportaje de la BBC, la uróloga de la Universidad de Tufts, Oneeka Williams, explicaba que "los hombres piensan que las mujeres son más ansiosas e histéricas y, como tales, prestan menos atención a las quejas postoperatorias". Algo que también podrían influir en que cuando una mujer es operada por un hombre presente más complicaciones graves.
En este mismo reportaje también se nombra el hecho de que a las mujeres se las juzga más que a los hombres. Comentan que si una mujer cirujana termina una operación con malos resultados, se la señala. En cambio, si es el hombre el que da por finalizada una operación y el resultado no es el esperado, se echa la culpa a la mala suerte. Por tanto, las mujeres cirujanas se esfuerzan más y están pendientes de cualquier detalle para evitar ser juzgadas y demostrar su valía.
LA DESIGUALDAD DE LAS MUJERES EN SANIDAD
Una figura que representa corazón humano /@EP
Pero como mencionábamos antes, la desigualdad de las mujeres en la sanidad no se limita a que tengan más riesgo de morir cuando las opera un hombre, a que haya una gran mayoría de cirujanos hombres o a que a las doctoras se las juzgue más que a los doctores.
También podemos ver esa desigualdad si hablamos, por ejemplo, de afecciones de corazón. Estas enfermedades son la principal causa de muerte femenina. Sin embargo, se estudian, se diagnostican y se tratan más cuando se producen en varones.
Además, tampoco se tiene en cuenta la diferencia de sexo cuando se recetan tratamientos. En estos casos la única distinción que se hace es entre adultos y niños, pero no entre hombres y mujeres. Y es algo que sería necesario, puesto que es probable que una mujer de 50 kilos no necesite la misma cantidad de medicamento que un hombre que pesa 80 kilos.
Finalmente, tampoco podemos olvidar que las mujeres sufrimos el 60% de los efectos secundarios de los medicamentos, pero solamente el 20 o 25% de los participantes en los ensayos clínicos son del sexo femenino. El resto, alrededor del 80%, son hombres. Pero lo que se consideraría aceptable sería un porcentaje del 60% como máximo para uno de los dos sexos.
Escribe tu comentario