Este 1º de mayo se celebra en Europa bajo la sombra de la guerra entre Rusia y Ucrania. Sumándose a las que simultáneamente se están desarrollando en Yemen, Somalia, Siria, República Centroafricana, Sáhara Occidental, y siempre Palestina.
Además de a la dramática pérdida de vidas humanas, las consecuencias de esta guerra afectan ya muy duramente a las condiciones económicas del conjunto de los trabajadores europeos, que, sin ser consultados por sus respectivos gobiernos, se han implicado en la defensa de una de las partes, con apoyo económico y militar.
El empeoramiento de la situación económica y condiciones de vida de los trabajadores están empeorando en todo Occidente, sin que los sindicatos oficiales planten cara, lo que hace que cada día sean más débiles. Esos sindicatos en España representan a casi las cuatro quintas partes de los trabajadores, son incapaces de movilizar a más que a unos pocos millares, como han mostrado las manifestaciones realizadas el 23 de marzo contra la desmesurada subida del precio de la luz. Su flojera de pulso es más que evidente.
Después de casi cuatro años de gobierno de Sánchez todos los indicadores socioeconómicos marcan que la pobreza severa ha aumentado y que la participación de los salarios y las pensiones en el conjunto de la renta nacional sigue bajando.
Peor es lo sucedido con las pensiones, donde frente a la promesa de aumentarlas según el IPC se ha quedado en la mitad de este, mientras el coste de la vida se ha disparado y la inflación ya está en el 10%. Lo mismo que pretenden hacer con los convenios colectivos, limitando la subida media al 2,5%, e intentando disfrazar este fraude llamándole “Pacto de Rentas”; traducido, pérdida del poder adquisitivo de un 7’5%.
Sólo la movilización y la unidad combativa, como se demostró en Cádiz, pueden impedirlo, pero ya hemos visto cuan ausentes están del pensamiento de los dirigentes sindicales que deberían encabezarlas.
Está en manos de todos nosotros cambiar este estado de cosas, para eso hay que organizarse, denunciar y luchar. Para eso ha nacido AIREs.
No con la intención de hacer tabla rasa del pasado, sino para recoger cuanto de bueno hay en ese pasado e incorporarlo a las luchas del presente.
No para vituperar a las grandes organizaciones sindicales siempre necesarias, sino para denunciar la connivencia de sus dirigentes con el gobierno, y volverlos a impulsar en base a sus raíces originarias.
No para debilitar al parlamentarismo y a sus instituciones, sino para sanearlas.
No para debilitar la fuerza organizada de la clase obrera, troceándola en movimientos cantonales, sino impidiendo su división territorial y uniéndola en toda España.
Y eso lo haremos aliándonos con todos cuantos luchan, han luchado y lucharán por un mundo mejor, desde la unidad territorial. Para eso hemos nacido, y a eso nos comprometemos desde AIREs. Este 1º de mayo es un buen momento para iniciar ese camino.
Fdo:
Ernesto Gómez de la Hera .Secretario de Política Económica & Social Aires
Javier Marín Vázquez. Secretario General Aires.
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