Se apagó la maravillosa voz de José Luis Rodríguez
Manuel Fernando González.- Hacía bastante tiempo que le había perdido la pista y no supe nada nuevo de él hasta que el otro día recibí una llamada de mi colega Agustín Rodríguez, hijo del gran Agustín Rodríguez de Radio Cadena Española, que me anunciaba su muerte.
Manuel Fernando González.- Hacía bastante tiempo que le había perdido la pista y no supe nada nuevo de él hasta que el otro día recibí una llamada de mi colega, Agustín Rodríguez, hijo del gran Agustín Rodríguez de Radio Cadena Española, que me anunciaba muy afectado por la noticia, que acaban de encontrar muerto en su casa en completa soledad a un hombre de radio que se llamaba José Luis Rodríguez y que, a mi entender, era una voz maravillosa que la radio catalana se había dado a sí misma en los 80 criada al calor de una de las escuelas de radio más valiosas que ha tenido el medio en Barcelona, como lo era la entrañable Radio Minuto en Teodoro Roviralta que dirigía Marcelino Rodríguez de Castro.
José Luis era gallego de nacimiento y aquí en Catalunya se formó concienzudamente, mientras todos pensábamos que con su voz y su presencia podría ser el nuevo Luis del Olmo de la Radio, o por lo menos, competiría con el comunicador del Bierzo con el paso de los años. Su marcha a Madrid se vio pronto acompañada de trabajo continuado en el mundo de la imagen y la publicidad donde su maravillosa voz podía escucharse en numerosas emisoras en las cuñas que le contrataban continuamente.
Hoy su cuerpo sin vida nos ha dejado mudos de asombro y las pocas líneas que yo pueda dedicarle ahora no podrán reconocer su verdadera valía como persona y como radiofonista, pero como internet lo guarda todo, tengo la secreta esperanza que su nombre no se desvanecerá en el olvido como el de otros tantos profesionales que hicieron posible que la radio privada en España este considerada como una de las mejores del mundo.
Gracias, Puma, por habernos acompañado en tan breve pero brillante trayecto vital. Nunca te olvidaremos.
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