Un año después de la DANA, las familias vuelven a gastar, pero los comercios tardan en levantarse

CaixaBank Research muestra que un mes después de las inundaciones en la Comunitat Valenciana, el consumo de los hogares se normalizó rápidamente, mientras los negocios locales necesitaron ocho meses para recuperar su facturación.

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Estado actual de una calle de Sedaví (Valencia)
Estado actual de una calle de Sedaví (Valencia) - Rober Solsona - Europa Press

 

Las lluvias torrenciales provocadas por la Dana en octubre de 2024 marcaron un antes y un después en la economía de la Comunitat Valenciana. Mientras muchos hogares lograron retomar rápidamente su actividad de consumo, los comercios de los municipios más afectados sufrieron un proceso de recuperación prolongado que evidencia que un aumento del gasto doméstico no se traduce automáticamente en ingresos para los negocios locales.

El informe de CaixaBank Research, publicado este sábado, analiza datos agregados y anonimizados de pagos con tarjeta y operaciones con TPV del banco, y revela un panorama desigual y complejo: en los días posteriores al temporal, el consumo de los residentes cayó un 47%, reflejando la paralización inmediata de la actividad económica doméstica. Sin embargo, “se recuperó rápidamente y ya superó la media española un mes después”, según destacan los analistas.

 

Municipios afectados: disparidad en la recuperación

El impacto no fue homogéneo entre los municipios. En Alfafar y Paiporta, por ejemplo, “el consumo de los habitantes creció más de un 20% interanual en septiembre, mientras que la facturación de sus comercios superó en un 10% la del año anterior”. Esta diferencia muestra que aunque los ciudadanos intenten volver a la normalidad, muchos negocios no habían retomado su actividad completa, ya sea por daños materiales, interrupciones logísticas o cierres temporales.

La disparidad de recuperación evidencia un problema estructural: el aumento del gasto de los hogares no garantiza ingresos inmediatos para los comercios locales, especialmente los más pequeños y vulnerables.

 

Desigualdad según nivel de renta

El informe también revela que los hogares con menores ingresos sufrieron un golpe más duro. “El consumo de este grupo bajó un 82%, mientras que en las rentas más altas, la disminución fue del 40%”. Entre diciembre de 2024 y septiembre de 2025, los hogares con menores ingresos solo registraron un aumento del 12% interanual, frente al 16% de los hogares con rentas más altas, mostrando una recuperación desigual y más lenta para los sectores económicamente vulnerables.

Esta diferencia evidencia que las familias con menos recursos necesitan más tiempo para reactivar su consumo y que su recuperación económica depende directamente de factores externos, como la asistencia estatal, la disponibilidad de servicios y la capacidad de los negocios locales para abrir y ofrecer productos.

 

Tamaño de la empresa y resiliencia

El tamaño de los negocios también marcó la velocidad de recuperación. “Las grandes empresas resistieron mejor y en septiembre de 2025 ya habían recuperado los niveles de facturación de un año atrás”, señala el informe. En cambio, las pequeñas empresas seguían más de un 10% por debajo de la facturación de 2024.

Esto refleja que los grandes comercios cuentan con recursos financieros, seguros y estructuras más robustas para absorber los efectos de un desastre natural, mientras que los negocios más pequeños dependen de la recuperación del consumo local, que puede tardar meses en consolidarse.

 

Lecciones de la recuperación desigual

El informe destaca que la recuperación tras la Dana fue rápida en términos de gasto familiar, pero prolongada y desigual para los comercios. “El aumento del gasto de los residentes no se traduce automáticamente en recuperación de los negocios locales”, recalcan los analistas. Esta brecha evidencia la necesidad de políticas de apoyo focalizadas, dirigidas especialmente a pequeñas empresas y municipios más afectados, para acelerar la reactivación económica y evitar que las pérdidas se prolonguen innecesariamente.

Los expertos advierten que, sin medidas de apoyo, los efectos de futuros desastres naturales podrían profundizar aún más las desigualdades entre hogares y negocios, y que la resiliencia de los comercios locales es clave para garantizar la estabilidad económica de la región.

 

Proyección y reflexión

El caso de la Comunitat Valenciana deja una lección clara: la recuperación económica tras fenómenos climáticos extremos no es uniforme y depende de múltiples factores. Mientras los hogares pueden retomar su gasto en pocas semanas, los comercios necesitan apoyo estructural, logístico y financiero para volver a niveles previos.

CaixaBank Research concluye que la desigualdad de recuperación entre consumidores y negocios, y entre hogares de distintos niveles de renta, evidencia la importancia de implementar estrategias de resiliencia económica y políticas públicas que protejan a los más vulnerables y garanticen que los efectos de catástrofes naturales no dejen secuelas prolongadas en la actividad local.

 

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