El Grupo Godó aleja a sus medios del independentismo para no aislarse empresarialmente
La familia Godó no quiere aislarse del poder empresarial catalán y apuesta por salvaguardar de contenidos secesionistas a su emisora insignia, RAC1, cuyo director se postula como número 8 en la candidatura de Puigdemont por Barcelona, JuntsxCat.
Javier Godó y su hijo Carlos
La familia Godó no quiere aislarse del poder empresarial catalán y apuesta por salvaguardar de contenidos secesionistas a su emisora insignia, RAC1, cuyo director se postula como número 8 en la candidatura de Puigdemont por Barcelona, JuntsxCat.
El relevo al frente de RAC1, la emisora líder en Catalunya, ha evidenciado este movimiento del grupo mediático. Así, se ha designado como nuevo director a Ramón Rovira, exdirector de Comunicación de Banco Sabadell, exjefe de Informativos de TV3 y persona de gran influencia en el periodismo catalán. Los Godó no quieren que este potente altavoz sirva a partir de ahora para difundir mensajes separatistas. El medio puede disentir sobre las políticas de Mariano Rajoy y comulgar con el catalanismo, pero no debe hacer proselitismo del independentismo tal y como sucedía con el anterior director, Eduard Pujol, que ha sido nombrado jefe de campaña de Junts per Catalunya, la lista que encabeza el expresident.
Según informa el periódico digital ‘Vozpopuli’, los Godó han padecido en sus medios un fenómeno que podría equipararse al ‘entrismo’ trotskista. La ideología de los partidos secesionistas -especialmente, de ERC- ha conquistado poco a poco algunos de los puestos más privilegiados sus redacciones y eso ha provocado un giro ideológico que no se ha notado en sus editoriales, pero sí en el resto del producto. La situación se hizo evidente a partir de 2012, cuando La Vanguardia inició un idilio con el independentismo que fue impulsado por su antiguo director José Antich, alimentado por su redacción y consentido por su dueño. Este último, al igual que una gran parte de la alta burguesía catalana, hizo la vista gorda ante la Generalitat, que pagaba y muy bien.
“Resulta complicado pensar que pesos pesados de RAC1 como Jordi Basté –que rechazó la DUI, pero que ha estado tradicionalmente más cerca de Junts pel Sí que de los constitucionalistas- van a asumir el giro editorial sin rechistar. También habrá que ver si este cambio afecta al dato de audiencia. Máxime si se tiene en cuenta que en el micrófono de enfrente, el de Catalunya Ràdio, se encuentra Mónica Terribas, independentista confesa”, baraja la crónica de ‘Vozpopuli’.
Pero tras la fuga de empresas de Cataluña, y principalmente de Isidre Fainé, “resulta difícil pensar que alguna de las principales empresas periodísticas de Cataluña se vaya a posicionar en la trinchera contraria a la Fundación Bancaria La Caixa, en cuyo entorno se encuentran la caja de ahorros y grandes compañías como Gas Natural, Abertis y Cellnex Telecom. Hubo un tiempo en el que la prensa podía comparecer con ciertas garantías en este tipo de batallas contra el poder empresarial. Pero después de sufrir los efectos de la crisis económica y de la revolución digital, parece imposible que casi cualquier cabecera tenga la más mínima opción de salir indemne en un conflicto de este tipo”.
También Vozpopuli se hace eco de que “hace unas semanas, un grupo de artistócratas elevó una petición a la Diputación de la Grandeza de España para solicitar que el conde sea desposeído del privilegio -grande de España- que le concedió Juan Carlos I. Le culpaban de haber traicionado a su país. Embarazosa situación la de este noble, a quien en Barcelona le acusan de servir a Dios y, en Madrid, al diablo. Quizá porque sus medios han hecho desde el inicio del proceso separatista de 'la puta y de la Ramoneta'”.
La crónica concluye aseverando que: “la burguesía catalana ha guardado durante el proceso soberanista un silencio que muchos interpretaron como cómplice. En octubre, Fainé se movió hacia Madrid y varias de las grandes empresas de esa región secundaron su movimiento. Entre ellos, se encuentra Godó, quien ya hizo un guiño a Zarzuela en 2015 cuando, tras ser ‘abroncado’ por el Rey Emérito, despidió a José Antich y puso a dirigir La Vanguardia a Màrius Carol, periodista experto en la Casa Real. La noble familia ha decidido efectuar cambios de mayor calado y alejar definitivamente su grupo mediático de la órbita independentista. Habrá que ver si la estrategia funciona”.
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