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Los cinco sufragios son clave porque sino la Cámara se divide en 65 diputados independentistas y otros 65 que no lo son.
La Mesa del Parlament se reúne esta mañana para debatir si acepta que los cinco diputados soberanistas que están en Bélgica pueden delegar su voto en un compañero de grupo de cara al pleno de investidura.
El voto de los cinco es clave ya que, sin él, las fuerzas en Parlament están equilibradas por completo: hay 65 diputados no independentistas que rechazan la investidura de Puigdemont y 65 independentistas que están dispuestos a hacerla efectiva.
Los cinco encausados que están en Bélgica han pedido formalmente al Parlament poder delegar su voto -lo hicieron la semana pasada- y la última decisión la tiene la Mesa: cuatro de los siete miembros de este órgano son de JxCat y ERC, por lo que la decisión está en manos de estos dos grupos.
Un informe de los letrados de la Cámara sostiene que esta delegación de voto sería contraria al Reglamento del Parlament, pero los mismos letrados esgrimen que la última decisión la tiene la Mesa, al ser el órgano rector.
En el primer pleno de la legislatura, celebrado la semana pasada para constituir la Cámara, los tres diputados encausados que están en la cárcel sí pidieron la delegación del voto, pero los cinco que están en Bélgica no lo pidieron.
Sin embargo, el Gobierno central sí anunció que recurrirá una eventual delegación de voto de los encausados que están en Bélgica.
Si el Parlament convoca el pleno para investir a Puigdemont y permite delegar el voto de los encausados en Bélgica y de nuevo a los que están en la cárcel, el bloque independentista contaría con 70 diputados y podría investir al líder de JxCat en primera vuelta.
La ley fija que el presidente queda investido en primera vuelta si logra mayoría absoluta de votos (al menos 68 escaños); si no lo logra, puede investirse es en segunda vuelta con mayoría simple.
Para garantizarse la mayoría absoluta en la primera votación, Puigdemont debería tener todos los votos de JxCat y ERC (66 en total) más al menos dos de los cuatro escaños que tiene la CUP, con lo que alcanzaría los 68.
Así tendría 66 votos a favor y 4 abstenciones, que serían suficientes para derrotar los 65 en contra del resto del hemiciclo.
La consigna de los soberanistas es "no agotar los plazos" y, su objetivo inicial, celebrar el pleno de investidura antes del día límite que tienen para hacerlo: el 31 de enero.
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