Más calor, más peligro: según un nuevo estudio, el cambio climático está creando huracanes más fuertes y devastadores

También advierte sobre otros riesgos, como la posibilidad de "ciclones consecutivos", que impiden a las comunidades recuperarse, o la ocurrencia de otros eventos extremos, como las olas de calor, después de un huracán.

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Huracan ep
También advierte sobre otros riesgos, como la posibilidad de "ciclones consecutivos", que impiden a las comunidades recuperarse, o la ocurrencia de otros eventos extremos, como las olas de calor, después de un huracán. ( Foto X)

 

Según un estudio reciente, la probabilidad de que ocurran huracanes mayores aumentó un 22% entre 1979 y 2017.El aumento de las temperaturas globales está modificando radicalmente la naturaleza de los huracanes. La temporada de huracanes en el Atlántico, que tradicionalmente va de junio a noviembre, está experimentando cambios significativos. En siete de los últimos diez años, se ha formado al menos una tormenta con nombre antes del 1 de junio, algo que solo había ocurrido tres veces en la década anterior. Los huracanes no solo son más frecuentes en fechas tempranas, sino que también son más poderosos, más lentos y se intensifican más rápido.

 

 

 Más fuertes y más rápidos

 Un fenómeno especialmente preocupante es la "intensificación rápida", donde una tormenta aumenta su categoría de manera abrupta. Por ejemplo, el Huracán Helene, en septiembre de 2024, pasó de categoría 1 a 4 en un solo día, una velocidad de intensificación que reduce drásticamente el tiempo de preparación para las comunidades costeras.A esta intensificación se le suma otro factor de riesgo: los huracanes se mueven más lentamente, lo que aumenta el tiempo en que los vientos fuertes y las lluvias torrenciales afectan una misma zona, incrementando el riesgo de inundaciones.

 

El combustible del cambio climático

La ciencia es clara: el principal motor de estos cambios son los océanos más cálidos. Los océanos absorben el 90% del exceso de calor del mundo, y el agua más caliente actúa como "combustible" para que las tormentas crezcan y se fortalezcan. Una atmósfera más cálida también retiene más humedad, proporcionando aún más energía al sistema. Los mares más cálidos en profundidad también contribuyen a una intensificación más rápida.

 

 

Además, el aumento del nivel del mar empeora las mareas de tempestad, haciendo que las inundaciones sean más devastadoras, como se vio con el huracán Katrina.

El futuro del clima y el aumento de los riesgos

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE. UU. (NOAA) proyecta que, aunque el número total de ciclones tropicales no cambie, la proporción de tormentas más fuertes, de categoría 4 o 5, probablemente aumentará. Davide Faranda, director de investigación en el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, advierte que si no se detiene la quema de combustibles fósiles, el número de huracanes que superan el umbral de “mayor” seguirá incrementándose. También advierte sobre otros riesgos, como la posibilidad de "ciclones consecutivos", que impiden a las comunidades recuperarse, o la ocurrencia de otros eventos extremos, como las olas de calor, después de un huracán. La investigación también indica que el rango geográfico de los huracanes se expandirá, poniendo a millones de personas más en riesgo. El daño económico por estas tormentas podría duplicarse cada generación debido al crecimiento de la población y la expansión de la infraestructura en las zonas costeras.

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