Los 7 Falcon secretos del Gobierno y la Casa Real: así son los polémicos aviones privados

Desde Felipe González hasta Pedro Sánchez y los reyes Felipe y Letizia: los jets militares más exclusivos del país, que viajan sin regulación clara y con itinerarios opacos, cuestan millones y se han convertido en el gran "chivato" de la política y la Casa Real

|
18 de agosto de 2025, EE. UU., Washington El presidente estadounidense, Donald Trump (izq.), recibe al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en el exterior del Ala Oeste de la Casa Blanca, ant (1
El Falcon 900B, el avión del presidente del Gobierno de España en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, a 12 de enero de 2023, en Torrejón de Ardoz, Madrid (España) - EP

 

Pocos símbolos generan tanta controversia en España como los aviones Falcon del Ejército del Aire, conocidos popularmente como los jets privados del Gobierno y la Casa Real. En total, son siete aeronaves con base en Torrejón de Ardoz, utilizadas tanto por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como por los reyes Felipe y Letizia, sus hijas o incluso ministros clave.

Su función oficial es el traslado de autoridades dentro y fuera de España, pero lo cierto es que se han convertido en una de las armas más recurrentes en la batalla política y un punto de debate ciudadano.

Una flota exclusiva: del Dassault Falcon al Airbus A310

Dentro del Ala 45 del Ejército del Aire, la flota presidencial está compuesta por cinco Dassault Falcon 900B y dos Airbus A310, estos últimos de mayor capacidad y alcance. El A310 es considerado el avión presidencial y suele ser utilizado para viajes internacionales de mayor relevancia, ya sea por el presidente del Gobierno o el jefe del Estado.

En el caso de los Falcon 900B, suelen emplearse en trayectos de menor duración, tanto dentro de España como en vuelos europeos. También ministros como los de Defensa y Asuntos Exteriores, así como algunos secretarios de Estado, tienen potestad para utilizarlos en desplazamientos internacionales.

No solo lujo: evacuaciones y misiones militares

Aunque se asocien a viajes oficiales de lujo, lo cierto es que los Falcons también cumplen una función operativa militar. En los últimos meses han sido clave en repatriaciones de emergencia, evacuaciones de ciudadanos en zonas de conflicto y en traslados de tropas hacia escenarios internacionales.

Aun así, esta cara humanitaria no evita las críticas: su uso privado por parte de autoridades, especialmente en viajes sin agenda oficial, es uno de los temas más cuestionados.

Opacidad y falta de regulación: el gran vacío legal

Uno de los puntos más polémicos es que no existe una normativa específica que regule quién puede o no utilizar el Falcon. Oficialmente, su uso está reservado a la Casa Real, el presidente del Gobierno y ciertos ministros, pero no hay un marco legal que limite ni supervise con transparencia estos desplazamientos.

Aunque se puede rastrear en tiempo real la posición de estas aeronaves, la identidad de los pasajeros nunca se hace pública por motivos de seguridad. El Consejo de Transparencia ha solicitado en varias ocasiones que se publiquen los listados de viajes oficiales, pero el Ejecutivo se ampara en la Ley de Secretos Oficiales para evitarlo.

El "chivato" del Falcon: cómo delata a la Casa Real

Paradójicamente, el Falcon se ha convertido en un inesperado "chivato" de los movimientos de la Casa Real. Gracias a las webs de seguimiento de vuelos, se ha podido conocer en ocasiones el paradero de los reyes fuera de agenda, como viajes privados de la reina Sofía a Palma de Mallorca o escapadas vacacionales de Felipe y Letizia.

Sin embargo, no todos los aviones militares aparecen en estas plataformas, lo que significa que el rastreo ciudadano no siempre es fiable ni completo.

Un debate eterno: ¿símbolo de poder o gasto innecesario?

Desde los tiempos de Felipe González, todos los presidentes del Gobierno han utilizado los Falcons como medio de transporte habitual. Pero con la creciente transparencia digital y el escrutinio público, su uso ha pasado de ser una herramienta de protocolo a un foco de polémica.

Para unos, representan un recurso indispensable de seguridad y logística; para otros, son un lujo injustificado a costa del contribuyente.

Lo que está claro es que, más allá de su función oficial, los Falcons seguirán siendo uno de los símbolos más controvertidos del poder en España.

Sin comentarios

Escribe tu comentario




He leído y acepto la política de privacidad

No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
AHORA EN LA PORTADA
ECONOMÍA