España no se opone al burka mientras Portugal aprueba su prohibición

En España no existe una ley que limite el uso del burka o niqab, aunque algunos municipios han intentado regularlo sin éxito. Portugal, en cambio, aprueba un proyecto que restringe estas prendas en espacios públicos, generando debate europeo.

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Una mujer con velo se sienta en un tribunal en el juzgado administrativo de Berlín, donde impugna la decisión del Estado de negarle el derecho a conducir mientras lleva un velo que cubre el rostro (niqab). - Archivo - Europa Press

 

Mientras España mantiene abiertas las puertas al debate sobre el uso del burka y niqab, con resoluciones judiciales y parlamentarias que protegen la libertad religiosa, Portugal ha dado un paso legislativo contundente. La aprobación de un proyecto de ley que prohibiría estas prendas en espacios públicos sitúa al país vecino en línea con otras naciones europeas que han adoptado restricciones similares.

 

Catalunya: libertad religiosa frente a propuestas restrictivas

En Catalunya, el Tribunal Supremo dictaminó en 2013 que los ayuntamientos no tienen competencia para regular el uso del burka en espacios públicos, al considerar que se trata de un derecho fundamental vinculado a la libertad religiosa. Este fallo ha establecido un precedente legal que limita la capacidad de las autoridades locales para imponer restricciones al uso del burka o niqab.

En mayo de 2025, el Parlament de Catalunya rechazó una moción que instaba al Govern a prohibir el uso de cualquier velo islámico, incluyendo el burka, en espacios públicos. La moción fue presentada por el partido de ultraderecha Aliança Catalana, que argumentó que el uso del velo islámico es incompatible con los valores occidentales y representa una amenaza a la convivencia. Sin embargo, la propuesta fue rechazada por una amplia mayoría en el Parlament, incluyendo partidos como Esquerra Republicana (ERC), Junts per Catalunya y el PSC, que defendieron la libertad religiosa y la pluralidad cultural como principios fundamentales.

A nivel local, algunos municipios han intentado regular el uso del burka. En febrero de 2025, la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, propuso una modificación de la ordenanza de civismo que incluía la prohibición del uso del velo islámico en las escuelas públicas, argumentando motivos de seguridad y para evitar la discriminación de las mujeres. Esta propuesta suscitó un debate y fue rechazada por partidos como Esquerra Republicana (ERC), que consideraron que vulneraba principios legales e internacionales. Posteriormente, Orriols retiró la propuesta para "salvar" la ordenanza de civismo, que fue aprobada con el apoyo de Junts y Som-hi Ripoll.

 

España: debate sin consenso y propuestas legislativas

A nivel nacional, España tampoco dispone de legislación que prohíba el uso del burka o niqab en espacios públicos. En 2010, el Senado aprobó una moción a favor de la prohibición, pero el Congreso de los Diputados la rechazó. Desde entonces, no se ha aprobado ninguna ley al respecto. La postura del Congreso refleja una defensa de la libertad religiosa y la diversidad cultural, principios consagrados en la Constitución española.

El debate sobre la prohibición del burka ha sido recurrente en la política española. En 2016, el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmó que el uso del burka no es "compatible con la convivencia" en España. Sin embargo, no se ha avanzado en la aprobación de una ley que regule esta cuestión. La falta de consenso político y la preocupación por posibles vulneraciones de derechos fundamentales han impedido la adopción de medidas legislativas al respecto.

En agosto de 2025, Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, propuso una reforma legislativa para prohibir el uso del burka y el niqab en espacios públicos, argumentando que estas prendas no son compatibles con los valores democráticos y la igualdad de género. Sin embargo, la propuesta no ha avanzado en el Parlamento debido a la falta de apoyo de otros partidos y a las preocupaciones sobre posibles vulneraciones de derechos fundamentales.

 

Portugal: aprobación de la prohibición del burka

En contraste con la situación en España y Catalunya, Portugal ha dado un paso decisivo hacia la prohibición del burka y otros velos faciales en espacios públicos. El 17 de octubre de 2025, el Parlamento portugués aprobó un proyecto de ley que prohíbe el uso de prendas que oculten el rostro en lugares públicos, incluyendo el burka, que cubre a la mujer de pies a cabeza, y el niqab, que deja solo el espacio de los ojos. La iniciativa fue impulsada por el partido ultraderechista Chega, liderado por André Ventura, y contó con el respaldo de los partidos de centroderecha: el Partido Social Demócrata (PSD), Iniciativa Liberal y CDS-PP. Por su parte, los partidos de izquierda, incluyendo el Partido Socialista (PS), Livre, el Partido Comunista Portugués (PCP) y el Bloco de Esquerda, votaron en contra, mientras que el PAN y el JPP se abstuvieron.

 

Multas

La ley establece sanciones económicas que van desde los 200 hasta los 4.000 euros, dependiendo de si la infracción se cometió de manera intencionada o por negligencia. Además, contempla excepciones para lugares como aviones, embajadas, consulados y espacios de culto, así como por motivos de salud, profesionales, artísticos o publicitarios. El proyecto también incluye penas de hasta tres años de prisión para quienes obliguen a otras personas a cubrirse el rostro.

 

Privación de libertad

André Ventura defendió la medida argumentando que el burka representa una amenaza para la libertad e independencia de las mujeres y que la prohibición se dirige a protegerlas de situaciones de opresión. Ventura citó precedentes europeos, como Francia, Bélgica, Austria y Dinamarca, y mencionó que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha avalado leyes similares, como la francesa, sin que se considere una vulneración de derechos humanos.

 

Descontento social

Sin embargo, la propuesta ha generado una fuerte reacción en contra. Los partidos de izquierda denunciaron que la ley está diseñada para atacar a las comunidades musulmanas y extranjeras, y que podría fomentar la discriminación religiosa. Organismos profesionales como el Colegio de Abogados y el Consejo Superior del Ministerio Público advirtieron que la medida podría vulnerar derechos constitucionales y la libertad religiosa. Amnistía Internacional también criticó la iniciativa, señalando que podría afectar negativamente la integración de la comunidad musulmana en la sociedad portuguesa y reforzar estereotipos discriminatorios.

El imán de la Mezquita Central de Lisboa, David Munir, indicó que el uso del burka es extremadamente raro en Portugal y que no constituye una obligación religiosa para las mujeres musulmanas. Destacó que la práctica del velo facial es minoritaria y que muchas mujeres musulmanas optan por llevar el rostro descubierto, respetando la modestia según sus tradiciones sin necesidad de imponer el burka.

El presidente Marcelo Rebelo de Sousa aún debe promulgar la ley, pudiendo optar por aprobarla, vetarla o enviarla al Tribunal Constitucional para su revisión. Si se convierte en ley, Portugal se sumaría a la lista de países europeos con restricciones similares al uso de velos faciales en espacios públicos, consolidando un debate que mezcla derechos individuales, libertad religiosa y seguridad pública, y que refleja la polarización política y social que atraviesa Europa respecto al uso del burka.

 

Europa: panorama de restricciones al burka

La aprobación del proyecto de ley en Portugal se enmarca en un contexto europeo en el que varios países han adoptado restricciones al uso del burka y el niqab en espacios públicos. Francia fue el primer país en prohibir estas prendas en 2010, y desde entonces, otras naciones como Bélgica, Austria, Suiza y Dinamarca han seguido su ejemplo. Estas medidas han sido justificadas por motivos de seguridad, integración social e igualdad de género.

Sin embargo, la implementación de estas leyes ha sido objeto de controversia y debate. Organizaciones de derechos humanos han advertido que las restricciones al uso del burka y el niqab pueden vulnerar los derechos de las mujeres musulmanas y fomentar la islamofobia. Además, se ha señalado que estas medidas no abordan las causas subyacentes de la discriminación y la exclusión social de las comunidades musulmanas.

En algunos países, como Italia, se han propuesto leyes similares, pero aún están en fase de debate y no han sido aprobadas. En otros, como Suecia, el debate sobre la prohibición del burka ha cobrado fuerza recientemente, con propuestas de partidos políticos para implementar restricciones en espacios públicos.

 

Reacciones de la comunidad musulmana

En Portugal, líderes islámicos han minimizado la relevancia del burka entre mujeres locales. Abu Sayed, del Centro Islámico de Bangladesh, ha explicado: “No es normal llevar burka, pero es una tradición para algunos”. Rana Taslim Uddin ha advertido que la ley podría vulnerar normas de la ley islámica si impone códigos de vestimenta. David Munir añadió: “El burka no es obligatorio en el Islam, ni tampoco el niqab. Una mujer musulmana puede llevar el rostro descubierto y usar la ropa que quiera”.

 

Próximos pasos legales en Portugal

El presidente Marcelo Rebelo de Sousa debe aprobar la ley, aunque podría vetarla o enviarla al Tribunal Constitucional para su revisión. Tras ello, el proyecto pasará por la Comisión de Asuntos Constitucionales antes de la votación final y su entrada en vigor.

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