¿Son trasparentes los partidos políticos en España?

El documento pone nombres y porcentajes a la voluntad —o falta de ella— de informar a la ciudadanía sobre la gestión interna de las formaciones que reciben fondos públicos.

El informe analiza 63 partidos que lograron representación en las elecciones generales de 2023, así como en comicios autonómicos y municipales en ciudades de más de 100.000 habitantes. Según las conclusiones del Tribunal, los partidos que mejor cumplen con sus obligaciones de transparencia son Esquerra Republicana, Junts y el PNV, con unos niveles de cumplimiento que superan el 85%. En el extremo opuesto, Sumar y el Partido Comunista de España se sitúan en los últimos puestos, con porcentajes muy por debajo del umbral medio. Un dato que no solo afecta a la imagen pública de estas formaciones, sino que también alimenta el debate interno en el Congreso sobre la regeneración democrática y el control institucional.

ERC, Junts y PNV marcan el ritmo; Sumar y el PCE, muy por debajo del mínimo

En el bloque de partidos con presencia en el Congreso, la fotografía es nítida: las formaciones de raíz territorial lideran en cumplimiento. Esquerra Republicana de Catalunya alcanza un 91% de transparencia, seguida muy de cerca por Junts, con un 88%, y el Partido Nacionalista Vasco, con un 87%. Coalición Canaria completa el grupo de cabeza con un 84%.

El primer gran partido de ámbito estatal que aparece en la lista es Vox, con un 80% de cumplimiento, superando tanto al Partido Popular (77%) como al PSOE (72%). También por encima del promedio general figura el Partit dels Socialistes de Catalunya, que alcanza un 78%. En contraste, Sumar apenas llega al 40% de cumplimiento, mientras que el Partido Comunista de España se queda en un 30%, y Alternatiba, formación integrada en EH Bildu, apenas alcanza el 16%.

El informe también refleja disparidades internas entre los socios de coalición de Sumar. Más Madrid, por ejemplo, logra un 68%, mientras que Catalunya en Comú y la Chunta Aragonesista se quedan en el 50%. Barcelona en Comú apenas llega al 46%, e Izquierda Unida se sitúa en un escaso 45%. Mes per Mallorca, por su parte, registra un 44%. Esta fragmentación en el compromiso con la transparencia pone en evidencia las dificultades de coordinación y cohesión dentro del espacio político que lidera Yolanda Díaz.

Por lo que respecta a la izquierda abertzale, también hay contrastes significativos. EH Bildu alcanza un 61% de cumplimiento, Eusko Alkartasuna sube al 68%, mientras que Sortu baja al 41% y Alternatiba cierra la clasificación con un 18%.

Déficit de transparencia entre partidos autonómicos y locales: casi la mitad incumple

Más allá del Congreso, el informe revela un patrón preocupante: los partidos de ámbito autonómico y municipal presentan niveles de transparencia sensiblemente más bajos. De hecho, el 42% de las formaciones locales analizadas no cumple con ninguna de las obligaciones de publicidad activa que marca la ley. Se trata, según el Tribunal de Cuentas, de partidos de menor tamaño que, a pesar de recibir fondos públicos, mantienen una opacidad casi total.

Entre las formaciones locales que no cumplen ni un solo requisito de transparencia se encuentran Alliança Catalana, Coalición por Melilla, Teruel Existe, Democracia Ourensana, Agrupación Socialista Gomera e Izquierda Asturiana. Estas formaciones no ofrecen información económica, organizativa ni de funcionamiento interno en sus páginas web, incumpliendo todos los mínimos exigidos.

Aun así, también hay excepciones. Soria ¡Ya! y Ciudadanos se sitúan entre los más transparentes del ámbito local, con un 78% de cumplimiento. Les siguen Geroa Bai (73%), la CUP (61%), Unión del Pueblo Leonés (58%), Foro Asturias (54%) y Nueva Canarias BC (52%). Estos datos demuestran que, aunque el tamaño y el alcance territorial influyen, no determinan necesariamente el compromiso con la transparencia.

El 17% de los partidos no cumple ningún criterio: un desafío para la democracia

El balance general del informe muestra que el 21% de los partidos analizados obtiene una calificación alta en transparencia, mientras que el 37% logra una valoración media y el 25% queda por debajo. De forma alarmante, un 17% no cumple ni uno solo de los criterios exigidos. El Tribunal de Cuentas concluye que, aunque existe una mayoría de partidos que han avanzado en transparencia, el sistema sigue arrastrando carencias estructurales, sobre todo en el ámbito local y autonómico, donde el control institucional es más débil y los recursos públicos, menos fiscalizados.

Este informe, que será debatido en el Congreso en los próximos días, coloca sobre la mesa una cuestión clave: ¿deben seguir recibiendo financiación pública aquellos partidos que ignoran sistemáticamente las obligaciones de transparencia? Para muchos diputados, esta será una prueba de fuego sobre el compromiso real de las fuerzas políticas con la regeneración democrática. El debate, esta vez, no será sobre ideologías, sino sobre algo más básico: rendir cuentas.