El Gobierno español, encabezado por el presidente Pedro Sánchez, ha anunciado un paquete de nueve medidas concretas para intentar detener lo que él ha calificado como un "genocidio en Gaza". La decisión, comunicada en una declaración institucional, busca intensificar la postura de España ante un conflicto que, según Sánchez, la comunidad internacional no ha sabido frenar.
Medidas de embargo y restricciones directas
El paquete de acciones incluye varias prohibiciones y restricciones. La principal es la "aprobación urgente de un decreto ley" que impone un embargo de armas a Israel. A esto se suma la prohibición del tránsito por puertos españoles para los barcos que transporten combustible destinado a Israel, así como la denegación de acceso al espacio aéreo de las naves de Estado que transporten armamento hacia el mismo destino. En el ámbito diplomático y comercial, se ha decidido prohibir la entrada a España a cualquier persona que "participe en el genocidio" y se ha establecido la prohibición de importar productos provenientes de los asentamientos ilegales en Gaza y Cisjordania.
Ayuda humanitaria y apoyo a las instituciones palestinas
Además de las medidas restrictivas, el Gobierno ha enfocado parte de sus acciones en el apoyo directo a la población e instituciones palestinas. Se ha anunciado la limitación de los servicios consulares prestados a los ciudadanos españoles que residen en los asentamientos ilegales. Por otro lado, se reforzará la Autoridad Palestina con nuevos proyectos de colaboración. En el ámbito de la ayuda humanitaria, España ampliará su contribución a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) con 10 millones de euros adicionales y aumentará la partida de ayuda humanitaria y cooperación para Gaza, con el objetivo de alcanzar los 150 millones de euros el próximo año.
La justificación detrás de las acciones
Pedro Sánchez ha justificado la urgencia de estas medidas con datos estremecedores sobre la situación en Gaza. Ha citado las cifras que hablan de 63.000 muertos, 159.000 heridos, 250.000 personas en riesgo de desnutrición aguda y casi dos millones de personas desplazadas de sus hogares. "Esto no es defenderse, ni siquiera atacar, es exterminar a un pueblo que está indefenso y quebrantar todas las leyes del derecho humanitario", ha sentenciado el presidente. Sánchez ha lamentado la "indiferencia" y "complicidad" de la comunidad internacional con el gobierno de Netanyahu, lo que ha llevado a su ejecutivo a tomar medidas más contundentes.
Escribe tu comentario