Ayuso reivindica el 12 de octubre como símbolo de unión nacional y advierte contra “negar la propia identidad”
La presidenta madrileña ensalza el Día de la Hispanidad como una jornada de orgullo compartido y acusa a quienes lo rechazan de “estar en contra de uno mismo”. Reivindica la herencia común y la proyección internacional del mundo hispano.
En un contexto político marcado por la polarización, el discurso de Isabel Díaz Ayuso durante la Fiesta Nacional cobra una dimensión que trasciende lo protocolario. La presidenta de la Comunidad de Madrid aprovecha el 12 de octubre para reforzar un mensaje de unidad, reivindicar el legado histórico compartido con América Latina y lanzar un mensaje de identidad frente a las críticas que cada año acompañan a esta conmemoración.
Una fecha “para celebrar lo que une”
Durante su intervención en el marco de los actos oficiales presididos por los Reyes de España, Ayuso subraya que el 12 de Octubre debe ser entendido como un homenaje colectivo a la historia común y a los lazos culturales que unen a más de 600 millones de personas. “Es increíble estar en contra de uno mismo, porque somos hispanos, somos españoles, y lo que hoy toca es celebrar lo que nos une”, declara en una entrevista con Telemadrid.
La líder autonómica recalca que la Hispanidad no es solo un recuerdo del pasado, sino una “gran obra compartida” que sigue viva en la lengua, la cultura y la manera de entender la vida en ambos hemisferios. “Esta gran obra une almas a los dos lados del Atlántico”, apunta, defendiendo que el orgullo de pertenecer a una de las naciones con más influencia global debe ser motivo de cohesión y no de división.
Reivindicación del legado y mirada hacia el futuro
A través de sus palabras y de su mensaje posterior en redes sociales, Ayuso busca situar la celebración en un marco de proyección histórica y cultural. En su cuenta de X, publica un mensaje en el que afirma que el 12 de Octubre debe servir para “celebrar la obra de siglos sin la que no se entendería el mundo”, y destaca la necesidad de mantener viva la conciencia de un “gran proyecto de futuro en común”.
El tono de su intervención combina una defensa del papel de España en la historia universal con un llamamiento a preservar una identidad compartida. En un contexto de tensiones territoriales y discursos enfrentados, la presidenta madrileña propone entender la Hispanidad como una idea que trasciende fronteras y gobiernos, y que se basa en valores universales como la lengua, la cultura y la cooperación.
Mensaje político y presencia institucional
Ayuso asiste a los actos centrales del Día de la Fiesta Nacional, que incluyen el homenaje a la bandera, el desfile militar en el Paseo del Prado y la recepción posterior en el Palacio Real, presididos por los Reyes Felipe VI y Letizia. La presidenta se muestra visiblemente emocionada durante la ceremonia, que este año congrega a miles de ciudadanos a pesar del mal tiempo.
Su presencia no pasa desapercibida en un escenario político donde la figura de Ayuso se consolida como uno de los principales referentes de la oposición al Gobierno central. Aunque no hace referencia directa al presidente Pedro Sánchez, su mensaje implícito defiende una idea de patriotismo abierta, integradora y basada en el orgullo nacional.
La Hispanidad, un puente cultural
El discurso de la presidenta madrileña subraya el papel del idioma español como nexo común de pueblos que comparten raíces, historia y visión del mundo. En su reflexión, la fiesta no es solo una conmemoración, sino una oportunidad para reivindicar el potencial del espacio iberoamericano en el siglo XXI.
Ayuso recalca la importancia de mirar a América Latina como aliada estratégica y parte esencial de una comunidad internacional que sigue creciendo en relevancia cultural, económica y política. “Y sobre todo también el orgullo de saber que somos parte de una de las mejores naciones del mundo”, concluye, reivindicando un sentimiento que busca trascender la coyuntura política.
Un 12 de Octubre de unidad y mensaje
La presidenta madrileña convierte su intervención en una declaración de intenciones: situar el Día de la Hispanidad como un símbolo de concordia y de orgullo compartido, frente a quienes cuestionan el significado de la jornada. Con un tono sereno pero firme, Ayuso apuesta por una visión positiva de España y su legado, defendiendo la necesidad de reencontrarse con aquello que une y no con lo que separa.
Escribe tu comentario