La Ciencia del Sueño: una investigación revela cómo el eje intestino-cerebro afecta la calidad del descanso

 El uso de probióticos (microorganismos vivos beneficiosos), prebióticos (compuestos que promueven el crecimiento de bacterias beneficiosas) y trasplantes de microbiota fecal son algunas de las intervenciones que se están explorando.

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El uso de probióticos (microorganismos vivos beneficiosos), prebióticos (compuestos que promueven el crecimiento de bacterias beneficiosas) y trasplantes de microbiota fecal son algunas de las intervenciones que se están explorando. ( Imagen creada por

 

El sueño, una necesidad fisiológica fundamental, y la microbiota intestinal (GM), un complejo ecosistema de microorganismos en el tracto gastrointestinal, están más interconectados de lo que se pensaba. Investigaciones recientes han revelado una relación bidireccional entre ambos, funcionando a través del eje cerebro-intestino-microbiota (BGMA). Este eje es un canal de comunicación que tiene profundos efectos en el mantenimiento de la homeostasis del cuerpo humano.

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La microbiota intestinal es mucho más que una ayuda a la digestión; se considera un "segundo cerebro" (Imagen creada por IA)

El papel de la microbiota en el sueño

La microbiota intestinal es mucho más que una ayuda a la digestión; se considera un "segundo cerebro" con importantes funciones en la salud y la enfermedad, incluidas las funciones neuroconductuales. Estudios han demostrado que una GM equilibrada es esencial para mantener una fisiología del sueño normal. Por ejemplo, en estudios con ratones, la privación de microbiota ha mostrado efectos en los patrones de sueño. La GM influye en el cerebro a través de varias vías, como el sistema inmunitario, el nervio vago y el sistema neuroendocrino. También produce metabolitos importantes, como los ácidos grasos de cadena corta (AGCC), que actúan como mediadores en la comunicación entre el intestino y el cerebro. Los AGCC son esenciales para la salud intestinal y se ha demostrado que desempeñan un papel en la función cerebral, lo que podría tener un impacto en la regulación del sueño.

Cómo el sueño afecta a la microbiota intestinal

La relación no es unidireccional. La investigación también ha demostrado que los patrones de sueño anormales y la duración del sueño pueden afectar la composición, diversidad y función de la microbiota intestinal. El desequilibrio en la GM, o disbiosis, está relacionado con una variedad de trastornos, incluidos problemas neurológicos y psiquiátricos, lo que subraya la importancia de un sueño adecuado para la salud del intestino. El sueño fragmentado, la privación del sueño y la apnea del sueño, son condiciones que se han asociado con cambios en la composición de la microbiota. Esto sugiere que la interrupción del sueño puede alterar la diversidad de bacterias en el intestino, lo que a su vez podría influir en la salud general y en los estados patológicos del cuerpo.

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Con la creciente comprensión de esta conexión, ha surgido un nuevo enfoque terapéutico para los problemas del sueño ( Imagen creada por IA)

El futuro de los tratamientos: manipulación de la microbiota 

Con la creciente comprensión de esta conexión, ha surgido un nuevo enfoque terapéutico para los problemas del sueño: la manipulación de la microbiota. Aunque los tratamientos tradicionales para el insomnio y otros trastornos del sueño incluyen fármacos y terapias psicológicas, las investigaciones actuales se centran en cómo las intervenciones dirigidas a la microbiota pueden mejorar la calidad del sueño. El uso de probióticos (microorganismos vivos beneficiosos), prebióticos (compuestos que promueven el crecimiento de bacterias beneficiosas) y trasplantes de microbiota fecal son algunas de las intervenciones que se están explorando. Los estudios en animales y humanos sugieren que estas manipulaciones podrían tener un efecto beneficioso en los problemas del sueño, ofreciendo una nueva y prometedora vía para abordar los trastornos del sueño desde una perspectiva holística que considera el eje cerebro-intestino-microbiota. En conclusión, la evidencia científica respalda una relación bidireccional entre el sueño y la microbiota intestinal, mediada por el eje BGMA. Un equilibrio en la microbiota es crucial para un sueño fisiológico adecuado, y a su vez, los patrones de sueño saludables son esenciales para mantener una microbiota diversa y funcional. Esto abre nuevas puertas para futuros estudios y tratamientos que busquen mejorar la calidad del sueño a través de la salud intestinal.

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