Crean un implante de retina que restaura la visión en pacientes con ceguera degenerativa
El ensayo PRIMAvera mejora la lectura y la agudeza visual en más del 80% de los participantes
Un avance médico revolucionario podría cambiar la vida de millones de personas con degeneración macular asociada a la edad (DMAE) avanzada. Un implante de retina inalámbrico ha demostrado restaurar la visión central en pacientes afectados por esta enfermedad, según los resultados del ensayo clínico internacional publicados hoy en el New England Journal of Medicine.
La DMAE atrófica avanzada, también conocida como atrofia geográfica (AG), es la principal causa de ceguera irreversible en adultos mayores y afecta a más de 5 millones de personas en todo el mundo. El ensayo PRIMAvera fue codirigido por el doctor José-Alain Sahel, director del UPMC Vision Institute (EEUU), el doctor Daniel Palanker, profesor de oftalmología en la Universidad de Stanford, y el doctor Frank Holz, profesor en la Universidad de Bonn (Alemania), con participación del Institut National de la Santé et de la Recherche Médicale (Francia).
De los 32 participantes que completaron 12 meses de seguimiento, 26 (81%) lograron mejoras clínicamente significativas en su agudeza visual. Además, 27 participantes (84%) informaron que utilizaban el implante en casa para leer números o palabras. En promedio, los pacientes mejoraron en 25 letras, aproximadamente cinco líneas, en una tabla optométrica estándar. El 81% consiguió leer al menos 10 letras más que antes de usar el dispositivo.
"Es la primera vez que un intento de restauración de la visión logra tales resultados en un gran número de pacientes", afirmó Sahel, autor principal del estudio. Añadió:
"Más del 80 por ciento de los pacientes pudieron leer letras y palabras, y algunos incluso leen páginas de un libro. Esto es algo que realmente no podríamos haber imaginado cuando iniciamos este proyecto, junto con Daniel Palanker, hace 15 años".
El sistema PRIMA reemplaza los fotorreceptores perdidos mediante un implante inalámbrico de 2x2 mm que convierte la luz en pulsos eléctricos para estimular las células retinianas restantes. Una cámara en unas gafas especializadas captura imágenes y las proyecta sobre el implante usando luz infrarroja cercana, restaurando la comunicación visual con el cerebro. Los pacientes pueden ajustar el zoom y el contraste para mejorar la visión funcional.
Tras un año de uso, todos los efectos adversos habían remitido y un participante logró mejorar hasta 59 letras, o 12 líneas. Basándose en estos resultados, el fabricante Science Corporation ha solicitado autorización de uso clínico en Europa y Estados Unidos.
Este avance marca un hito en la investigación oftalmológica, ofreciendo esperanza real a quienes enfrentan la ceguera causada por la DMAE avanzada.
Escribe tu comentario