¿Qué pasó en Torre Pacheco?: Los verificadores de EFE y RTVE analizaron 115.000 mensajes de X y telegram
Esta investigación se ha desarrollado analizando los mensajes publicados en las redes sociales X y Telegram entre del 9 y el 17 de julio de 2025 con menciones expresas a Torre Pacheco.
La investigación de VerificaRTVE y EFEVerifica muestra una cronología clara del incidente en X . En los primeros dos días, entre el 9 y el 11 de julio, se publicaron menos de 400 mensajes sobre la agresión. El 11 de julio por la noche, tras los primeros altercados en las calles, el volumen se disparó, alcanzando más de 2.700 publicaciones esa misma noche.
Al día siguiente, 12 de julio, se registraron más de 14.300 mensajes, con un pico de más de 4.700 publicaciones entre las 22:00 y la 01:00. La desinformación inicial incluyó un vídeo de una agresión anterior en Almería, que fue falsamente atribuido al suceso de Torre Pacheco. Expertos señalan que los algoritmos de redes sociales como X promueven contenido conflictivo, lo que facilita la propagación de estas narrativas de odio.
La amplificación del discurso de odio y su impacto
Un análisis de la investigación revela que, aunque los mensajes de odio representaron una minoría del total (aproximadamente 1 de cada 10 publicaciones), tuvieron una repercusión significativamente mayor. En las primeras 72 horas, los mensajes de odio obtuvieron un promedio de 57 republicaciones por publicación, frente a las 32 del resto. Este discurso se centró en palabras clave como "paliza", "mierda", "machete" y "delincuente", dirigidas principalmente a personas de origen magrebí.
El informe del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (Oberaxe) destaca que este contenido falso reforzó estereotipos negativos y deshumanizó a los migrantes, creando un ambiente de miedo e inseguridad que legitimó la hostilidad y la violencia. Las convocatorias a una "cacería" de inmigrantes aparecieron en redes como Telegram, lo que llevó a un aumento de la tensión en las calles.
Quiénes estuvieron detrás y la respuesta de las autoridades
El análisis de las cuentas más virales muestra que la desinformación no solo fue nacional, sino que tuvo un componente internacional. Cuentas como @vitoquiles, @herqles_es y @davidsantosvlog se posicionaron entre las más influyentes a nivel nacional, difundiendo mensajes que incitaban a la violencia y el miedo. A nivel internacional, cuentas como @radiogenoa (italiana) y @TRobinsonNewEra (británica), así como la red de desinformación rusa Pravda, se unieron a la conversación, amplificando el discurso xenófobo y antiinmigrante.
En respuesta a la situación, la Policía Nacional y la Guardia Civil intensificaron su monitoreo de las redes. La Guardia Civil, utilizando herramientas de análisis de fuentes abiertas y expertos en discurso de odio, identificó a una persona en Mataró que incitaba a una "cacería" de personas de origen magrebí. Esta persona fue detenida el 15 de julio y se ordenó el cierre de sus canales de Telegram. Hasta la fecha, el operativo ha resultado en 700 personas identificadas, 140 denunciadas y 10 detenidos.
Los implicados en la agresión a Domingo fueron tres jóvenes marroquíes que no eran residentes de Torre Pacheco. Domingo, la víctima, hizo un llamamiento público a la paz, afirmando que "no hay odio" en el municipio, donde el 30% de la población es migrante. A pesar de sus palabras, la narrativa de odio ya había prendido.
Vacío legal y desafíos futuros
La investigación resalta un problema importante: la difusión de bulos no está tipificada como delito en el Código Penal español, a menos que encaje en figuras penales ya existentes, como delitos de odio o injurias. Esto dificulta la persecución legal de las campañas de desinformación.
Además, aunque la Ley de Servicios Digitales (DSA) exige a las plataformas retirar contenidos dañinos, la realidad es que, según un informe de Oberaxe, solo el 22% de las publicaciones de odio relacionadas con los sucesos de Torre Pacheco fueron retiradas. Esto demuestra que la sociedad aún no está completamente preparada para enfrentar la desinformación, y el desafío sigue latente.
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