El piloto asturiano demostró por qué sigue siendo una leyenda viva de la Fórmula 1 con una maniobra tan arriesgada como brillante ante un rival con mejor ritmo
Lo hizo después de acabar en la quinta posición en el Gran Premio de Las Vegas, vigésima y antepenúltima cita del Mundial, dominada por Mercedes y con podio para el español Carlos Sainz