Según la Policía Local de Sevilla, Ángel Boza habría acudido a un centro comercial y tras interesarse por unas gafas de sol valoradas en unos 200 euros, se habría hecho con las mismas retirándoles el dispositivo de alarma y colocando otras gafas en el lugar del expositor de venta.
El condenado ha intentado renovar su pasaporte pese a que tiene prohibido abandonar territorio español, pero según su abogado solo quería saber "si se lo tenía que sacar o no".
Los cinco condenados pueden salir hoy en libertad a la espera de una sentencia firme.