Y es que educar no es seguir un camino preestablecido que va dando respuestas, aplicando un protocolo a cada una de las incidencias que la vida presenta.
Siempre me ha sorprendido que se tomen como verdades cuestiones relativas al inconsciente cuando, en realidad, no tenemos ni idea de qué es ni cómo opera.
Los tratamientos psicoanalíticos con infans suelen ser exitosos, se produce una especie de maravilla al restituir alguna verdad a la historia.
Me han hecho más de una vez la pregunta que titula el post y he dado siempre la misma respuesta: puede psicoanalizarse cualquiera que pueda hablar.
Nos encontramos ante la escalada del “y tu más” que se puede repetir al infinito, como dos espejos enfrentados en paralelo, como los boxeadores que abrazados se golpean.
Interpretamos el tono, el acento, los modos, el origen...y sobre todo interpretamos las palabras, pero debemos tener en cuenta que la mismas palabras no tienen porqué tener idéntica significación para el que habla que para el que escucha. Eso da pie a frecuentes malentendidos que están enraizados en la trama del lenguaje.
Muchas veces las personas llegan al psicoanálisis después de seguir un via crucis de visitas a especialistas diversos que no han servido para aliviar sus dolores.