La cena de trabajo con los líderes de Asia Central representa una maniobra geopolítica significativa, dado que estas naciones son consideradas tradicionales aliados de Moscú.
La cumbre, que el Ministerio de Asuntos Exteriores de China ha calificado como la más grande en la historia de la organización, reúne a 21 jefes de Estado y al secretario general de la ONU.