Multa de 1.080 euros a unos padres por no llevar a su hijo al colegio de manera reiterada durante cuatro años
Según la magistrada, asistir a clase de manera regular es uno de los pilares fundamentales en la educación del menor, y su salud no le impedía ir a clase.
El "absentismo escolar reiterado" de un niño durante cuatro cursos ha costado a sus padres 1.080 euros. Ésta ha sido la sentencia de un juzgado de Girona que ha decidido multar a los padres del menor por no acudir a clase.
Según la magistrada, asistir al colegio de manera regular es uno de los pilares fundamentales en la educación del menor, y ha sostenido que la salud de éste no le impedía asistir a clase.
La sentencia señala que el menor tuvo una tasa de absentismo del 60% en el curso 2012-2013, del 64% en el 2013-2014, del 78% en el 2014-2015 y del 91% en el 2015-2016.
La juez señala que las faltas de asistencia fueron en dos centros, sin que haya quedado probado en el juicio que ninguno de ambos dijera a los padres que su hijo no podía ser atendido debido a sus problemas de salud.
La defensa de los acusados no discutió la ausencia del menor, y pidió la libre absolución porque una de las testigos dijo que la mayoría de las ausencias las justificaba la madre, según el juez, tal justificación "no deja de ser una mera excusa sin apoyo médico alguno".
La sentencia señala que la médico forense aseguró en el juicio que el menor podía hacer una "vida escolar normal y con mera información al centro escolar bastaba".
La juez asegura que no se está ante "hechos aislados o puntuales, sino ante una conducta reiterada que no ha sido revertida", y que la salud del menor no le impedía asistir a clase.
La sentencia remarca que los padres "no pueden escudarse en el miedo a que le pasara algo a su hijo estando en el centro escolar para desatendenr sus obligaciones legales consistentes en proporcionarle asistencia al colegio".
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