Antonio Baños, el “cupero” mayor del reino andaba muy contento por los pasillos del Parlament, porque, al final, ha podido ocupar su escaño en la investidura del nuevo presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont y además lo ha votado, al lado de su amiga y portavoz Anna Gabriel, la hija de un minero de la España que ella quiere desconectar para ser una república catalana, fuera de la UE con moneda propia y un Banco Central Catalán ¿al estilo de Banca Catalana? Milita la diputada en la CGT, ese sindicato anarquista tan cercano a los planteamientos del conglomerado político que se llama JxS, donde hay capitalistas, ex comunistas, ex convergentes, ex socialistas y no sé cuantos ex más, pero que ahora se han vuelto todos independentistas acérrimos por la gracia de Mas y por la conveniencia de unos cuantos.
Baños, que le ha cogido el gusto al sillón, parece que ahora no quiere dejarlo, pero hay compañeros que están muy enfadados con él por que tomó la decisión de marcharse de diputado el solito y ahora no quieren que siga en el grupo, sino que se marche a su casa. Pero Baños aplica aquello de “Santa Rita Rita, lo que se da no se quita" y ya veremos cómo termina el culebrón del periodista metido a político cupero.
La CUP está intentando por todos los medios cambiar la derrota y la rendición total a los de JxS, como una victoria propia con la afirmación “nosotros nos hemos cargado a Mas". ¡Qué inocentes! Al el ex presidente se lo han cargado otros, pero la diferencia entre vosotros y Mas ha sido bien distinta.
Mas ha tenido la habilidad, sabiduría, experiencia y buen hacer de convertir su derrota en una victoria y trasladar ese discurso a sus “votantes”. Lo que ha hecho también es pasar de derrotado a héroe nacional por permitir que “el proceso” siga adelante gracias a su sacrificio personal. Lo que pretendía lo ha conseguido: pasar a la historia como la persona que se sacrificó por el país. En cambio vosotros, habéis dado una imagen penosa y traidora en los minutos finales, y no solo os han temblado las piernas, sino que se han doblado delante de los señores feudales.
El discurso que habéis realizado en boca de Anna Gabriel, no se lo cree ni quien lo ha escrito y la credibilidad fuera, en la calle, y en parte de vuestras bases la habéis perdido.
Anna Gabriel decía que mucha gente os da por muertos, pero que eso no es así. Negar esto es como ponerse una venda en los ojos y decir que alguien ha apagado la luz. La muerte de la CUP ha sido un suicidio permitido, y si no, se puede aplicar aquello de “no estaban muertos estaban de parranda….”.
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