Alonso 'enfría' las mejoras del Aston Martin de cara al GP de Austria: "Podemos sufrir un poco más"
El piloto de Aston Martin prevé un fin de semana complicado en el Red Bull Ring por las limitaciones de su monoplaza en velocidad punta y degradación
El Gran Premio de Austria llega este fin de semana al Red Bull Ring de Spielberg, en la que será la undécima cita de la temporada. Fernando Alonso, que ha conseguido sumar puntos en las dos últimas carreras, aterriza en suelo austríaco con los pies en el suelo. Aunque su Aston Martin AMR25 ha mostrado signos de mejora tras la introducción de nuevas piezas en Imola, el piloto asturiano anticipa que Austria podría ser un desafío mayor.
Mejoras confirmadas… pero aún con carencias
Desde el paquete de evoluciones estrenado en Imola, el rendimiento del monoplaza verde ha experimentado un ligero ascenso. Así se confirmó en Mónaco, Barcelona y Canadá, donde Alonso logró sentirse más conectado con su coche, algo que no había sucedido en las primeras pruebas del campeonato.
El piloto aseguró sentirse más confiado: “Ahora puedo atacar. El coche responde mejor y puedo entender lo que necesita en cada momento”, explicó tras la última carrera en Montreal.
Estas mejoras, especialmente notables en clasificación, le han permitido salir más adelante en la parrilla, lo que incrementa sus posibilidades de puntuar. Sin embargo, el ritmo en carrera y la velocidad en línea recta siguen siendo talones de Aquiles para el equipo británico.
Canadá fue un oasis; Austria puede ser un desierto
El trazado canadiense favoreció al Aston Martin, gracias a sus características particulares: rectas largas combinadas con curvas donde se podía compensar la falta de punta con menor carga aerodinámica. Pero en Austria, la historia será distinta.
“En Austria creo que podemos sufrir un poco más. En Silverstone tenemos más esperanzas”, adelantó el bicampeón mundial, señalando además que el equipo podría estrenar nuevas piezas en el GP británico, un circuito con más curvas rápidas y menos rectas, ideal para las fortalezas actuales del AMR25.
El Red Bull Ring: pocas opciones de adelantamiento
El circuito austríaco, con tres largas rectas (curvas 1, 3 y 4), requiere potencia y velocidad punta, dos cualidades donde el Aston Martin aún está por detrás de otros equipos. Además, la degradación de los neumáticos y el ritmo en tanda larga siguen siendo asignaturas pendientes para la escudería.
Ya en Imola y Barcelona, Alonso tuvo que buscar adelantamientos en zonas poco habituales, dado que sus rivales se escapaban con facilidad en recta cuando él activaba el DRS. En Austria, la situación será similar, con escasas oportunidades reales de adelantamiento más allá de las frenadas tras rectas.
Sábados esperanzadores, domingos inciertos
Una de las constantes de las últimas carreras ha sido la diferencia de rendimiento entre clasificación y carrera. Alonso ha logrado buenos resultados los sábados, alcanzando la Q3 de forma consistente, pero los domingos la degradación y la falta de ritmo han limitado sus opciones. “Tenemos que entender por qué el domingo no somos tan competitivos como el sábado y mejorar el ritmo de carrera”, explicó el piloto ovetense.
En Barcelona, por ejemplo, una salida de pista provocada por la degradación y un posterior coche de seguridad le permitieron rascar puntos gracias a su insistencia y capacidad de lucha. En Canadá, sin embargo, se vio un monoplaza más sólido, lo que invita al optimismo… pero no para Austria.
ADN de lucha: “No sé correr de otra manera”
A pesar de las dificultades que se avecinan, Fernando Alonso nunca baja los brazos. Consciente de las limitaciones del coche, el asturiano ya ha avisado que intentará exprimir cada curva y cada vuelta, como ya lo ha hecho a lo largo del campeonato. “Es mi ADN. No sé correr de otra manera”, recordó hace unas semanas.
El GP de Austria será, sin duda, una prueba exigente. Pero si algo ha demostrado Alonso, es que con talento, experiencia y coraje, siempre hay posibilidades de sacar algo positivo, incluso en los escenarios más adversos.
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