El impuesto al plástico fuerza el cierre del 60% de fabricantes de fleje en España

Los productores denuncian una pérdida masiva de empleo e industria por la falta de control a las importaciones y reclaman la derogación del tributo o medidas correctoras urgentes.

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Fleje
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La Unión de Fabricantes de Fleje (UFF) ha denunciado que el impuesto especial sobre plásticos no reutilizables, vigente en España desde 2023, ha provocado el colapso del 60% del sector nacional del fleje. De las diez empresas productoras que existían a comienzos de siglo, actualmente solo quedan cuatro activas, todas ellas en Catalunya.

El fleje es una tira larga, delgada y resistente, normalmente fabricada con plástico (polipropileno o poliéster) o acero, que se utiliza para sujetar, reforzar o agrupar mercancías. Es un material esencial en logística y transporte, ya que garantiza la seguridad de los productos durante su almacenamiento o distribución. Se emplea ampliamente en sectores como la alimentación, construcción, exportación industrial o comercio mayorista.

Un impuesto que encarece el producto y provoca cierres

El tributo grava con 450 euros por tonelada el uso de polímeros plásticos vírgenes, lo que ha generado un aumento del 20% en el precio del fleje fabricado en España. Según la UFF, esta presión fiscal está teniendo efectos devastadores: deslocalización de la producción, pérdida de empleo, encarecimiento de costes logísticos y una desventaja competitiva frente a países que no aplican regulaciones equivalentes.

Catalunya concentra la producción superviviente

De las empresas que aún resisten, todas se encuentran en Catalunya: Plasticband, Comosa, Sorsa y Cyklop. El resto ha cesado su actividad o ha sido absorbido por empresas extranjeras. Para la UFF, esto no representa una transformación ecológica sino una destrucción industrial derivada de un impuesto mal planteado.

 

Denuncia de competencia desleal y fraude en las importaciones

El sector (UFF) denuncia que muchas importaciones de fleje no cumplen los estándares medioambientales europeos ni están sujetas al impuesto. Además, alertan sobre certificados de sostenibilidad falsificados, especialmente en productos de bajo coste que llegan desde Asia u otros países sin controles estrictos. Las certificaciones más comunes, como RecyClass o AENOR, están siendo imitadas o falsificadas, según la UFF.

 

Piden reformas urgentes o la derogación del impuesto

La UFF exige al Gobierno y a las comunidades autónomas que intervengan con urgencia. Reclaman:

  • La derogación del impuesto, o bien
  • La creación de mecanismos de control en frontera, que garanticen que los productos importados cumplen los mismos requisitos que los nacionales.

También piden que se revise el enfoque actual del tributo, que consideran recaudatorio más que medioambiental.

 

Consecuencias económicas y medioambientales

Paradójicamente, la aplicación del impuesto ha incrementado las emisiones globales, ya que el producto se importa desde más lejos, sin trazabilidad ecológica. Además, se pierde capacidad industrial propia, lo que debilita la soberanía productiva del país.

 

Perspectiva crítica del sector ante una normativa desequilibrada

La Unión de Fabricantes de Fleje advierte que, si no se toman medidas, el sector podría desaparecer completamente en los próximos años. La situación actual castiga a quienes cumplen la ley y favorece a la competencia desleal, en contra del objetivo declarado de sostenibilidad.

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