Ser autónomo en España, profesión de riesgo: en 2026 más control, más digital y más caro

El Gobierno impone medidas que asfixian al pequeño empresario, mientras que no sigue las directrices de la Unión Europea

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El autónomo se enfrenta a un 2026 muy complicado por las medidas del Gobierno de España Foto: Archivo

 

El 2026 se presenta como un año sumamente complicado y lleno de novedades, no todas buenas, para los autónomos. Estamos a las puertas de un ejercicio en el que el Gobierno de España se plantea implantar una serie de modificaciones que van a hacer temblar los cimientos de los pequeños y medianos empresarios. Aunque, como ya es habitual, han acabado siendo los de menor tamaño y capacidad adquisitiva los que van a acabar “pagando el pato”. Y todo por tres grandes medidas que harán del ejercicio de 2026, un año crítico para los empresarios de nuestro país.

Las medidas en cuestión y que han puesto en pie de guerra a los autónomos han sido: la medida de control horario, el nuevo sistema de facturación llamado VeriFactu y, finalmente, la tan criticada nueva cuota de autónomos que ha planteado el Ejecutivo. Un plan que no ha gustado nada ni a ciertos partidos ni a las asociaciones de autónomos, como la ATA, que ya han levantado la voz.

Y es que al autónomo le toca aceptar que llega un nuevo frente en el que está obligado a adaptarse o a morir. No hay más opciones, y eso es lo que menos gusta al tejido empresarial de pequeño tamaño de España, que se siente acorralado por una presión regulatoria y económica creciente.

 

La cuota de autónomos, una nueva subida

Si las medidas más recientes en materia laboral ya no gustaron ni un pelo a los autónomos, el hecho de que se plantee la posibilidad de volver a subir la base de cotizaciones es algo que ha llevado al límite a más de uno. Y es que los aumentos se prevé que vayan desde los 17 euros a los más de 200 euros al mes. Una crecida que afecta negativamente tanto al pequeño empresario que es autoempleado, como al que tiene una pequeña o mediana empresa y factura una cantidad mayor.

Esta subida es parte de la consolidación del sistema de cotización por ingresos reales, que sigue ajustando los tramos. Además, por si fuera poco, es el mismo empresario el que debe hacerse responsable de mantener actualizados sus rendimientos netos mensuales para adecuarse a las bases de cotización y evitar conflictos con el fisco español.

Esta situación puede llegar a obligar a más de un empresario a cambiar varias veces de tramo para evitar notificaciones futuras referentes a pagos adicionales o solicitudes de devoluciones por parte de Hacienda, lo que añade una carga burocrática constante.

 

Tabla de propuesta de cuotas de la Seguridad Social
Tabla de propuesta de cuotas de la Seguridad Social  Tabla: CatalunyaPress

 

VeriFactu: la nueva era de la facturación tributaria

Por otro lado, emitir facturas ya no se resumirá en rellenar un Excel o cualquier documento. Por no hablar del tan denostado formato en papel y boli, que ha quedado para anotar cuatro cosas sin valor ni oficialidad alguna.

Ahora, para mantener un mayor control sobre las facturas y evitar fraudes, el Gobierno de España ha ideado un sistema llamado VeriFactu, un sistema informático de facturación que garantiza la integridad, conservación, accesibilidad y trazabilidad de los registros de las operaciones comerciales. Este nuevo modelo establece una cadena de información verificable desde la emisión de la factura hasta su registro en la Agencia Tributaria (AEAT).

 

 

Fechas de obligatoriedad del sistema VeriFactu

Empresas (Impuesto de Sociedades): 1 de enero de 2026

Autónomos (IRPF) y otras entidades: 1 de julio de 2026

El sistema obliga al uso de software certificado, lo que implica que los programas informáticos de facturación deben cumplir requisitos técnicos específicos, garantizando la autenticidad y inalterabilidad de los registros.

Las facturas deberán incorporar un código QR que permita a Hacienda y a los clientes verificar su validez y trazabilidad. Esto significa un nuevo coste para autónomos y empresas, que deberán invertir en tecnología y formación para adaptarse al modelo VeriFactu.

 

Control horario digital: el reto de los empleadores

El Gobierno de España acelera la implementación de un registro de jornada digital más estricto. Aunque el control horario ya es obligatorio, el Ejecutivo busca reforzarlo mediante un Real Decreto que exigirá sistemas de registro interoperables y accesibles a la autoridad laboral.

Afectará a los autónomos con trabajadores a su cargo, garantizando el respeto de las jornadas y el pago de horas extraordinarias.

 

 

Datos clave de la reforma (en vigor durante 2026):

Registro exclusivamente digital, abandonando soportes físicos.

Exigencia de inalterabilidad y trazabilidad de los datos.

Acceso remoto de la Inspección de Trabajo para verificar el cumplimiento.

El impacto para el autónomo es claro: riesgo de sanciones si no se adapta a un sistema de registro seguro y verificable, con multas de hasta 10.000 euros por trabajador en los casos más graves.

 

IVA franquiciado: la medida europea que España no aplica

Frente a este cúmulo de obligaciones, existe una medida de alivio fiscal impulsada desde Bruselas que el Gobierno de España aún no ha implementado: el IVA franquiciado.

El IVA franquiciado es un régimen especial del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) que busca simplificar las obligaciones fiscales de los autónomos y pequeñas empresas. Bajo este sistema, quienes facturen menos de 85.000 euros anuales podrían quedar exentos de presentar declaraciones trimestrales de IVA e incluso de emitir facturas con IVA.

Este régimen está regulado por la Directiva (UE) 2020/285, aprobada por el Consejo Europeo, y ya se aplica en otros países de la Unión Europea. Sin embargo, España aún no ha cumplido con su implementación, privando a los autónomos de un alivio administrativo significativo.

 

Conclusión: un año crítico para el autónomo

Así pues, el 2026 será un año de triple control para el autónomo: más caro, más digital y más vigilado. La subida de cuotas, la implantación de VeriFactu y el control horario digital marcarán un antes y un después en la gestión de los pequeños negocios.

Mientras tanto, la ausencia del IVA franquiciado mantiene a los autónomos bajo una presión fiscal creciente, en un panorama en el que la simplificación brilla por su ausencia.

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