Catalunya se enfrenta a la escasez de trabajadores en la construcción: ¿Es la inmigración la única salida?
El sector de la construcción sufre un déficit alarmante de personal cualificado en toda España. La incorporación de mano de obra extranjera se plantea como una alternativa inmediata.
La construcción atraviesa un desafío estructural sin precedentes. La combinación de demanda creciente de vivienda, envejecimiento de los trabajadores y escaso interés de jóvenes y mujeres por los oficios tradicionales amenaza con paralizar proyectos de obra nueva y rehabilitación. Expertos, organismos oficiales y empresarios coinciden: para garantizar la sostenibilidad de la construcción, es imprescindible atraer nuevas generaciones, integrar mano de obra extranjera y modernizar la industria.
La crisis de trabajadores en Catalunya
En Catalunya, la falta de mano de obra cualificada es especialmente preocupante. Según Randstad Research, “más del 50% de los trabajadores del sector en España superan los 45 años”, y las empresas tienen dificultades crecientes para cubrir vacantes. La escasez de jóvenes dispuestos a entrar en la construcción se refleja en la caída de matriculaciones en Formación Profesional de Edificación y Obra Civil (EOC), que ha descendido un 45,6% entre 2008 y 2022. Además, la tasa de abandono alcanza casi el 50%, a pesar de que los niveles de empleabilidad son muy altos.
La superficie visada para obra nueva en Catalunya cayó un 20,65% durante el primer semestre de 2025 respecto al mismo periodo de 2024, según el CSCAE, reflejando cómo la falta de trabajadores limita la actividad en la región. Esta disminución se suma al envejecimiento de la plantilla, dejando al sector catalán con pocas manos para atender la demanda creciente de proyectos residenciales y de rehabilitación energética.
El panorama nacional: un sector bajo presión
En toda España, la situación no es más alentadora. BBVA Research indica que “entre 2016 y 2024, las vacantes en construcción se cuadruplicaron, lo que equivale al 0,5% del total de ocupados en el sector”. El Banco de España reconoce un déficit de aproximadamente 600.000 viviendas, mientras que cada año se construyen unas 90.000, lejos de cubrir las necesidades reales del mercado.
Los datos del CSCAE muestran que, en la primera mitad de 2025, la superficie autorizada para obra nueva y rehabilitación alcanzó 17,7 millones de m², un retroceso del 2% respecto al mismo periodo del año anterior. Para obra nueva se visaron 59.341 viviendas (-4,64%), y en rehabilitación 30.900 viviendas (+1,68%), impulsadas parcialmente por ayudas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Marta Vall-llossera, presidenta del CSCAE, advierte:
“La falta de mano de obra cualificada se ha convertido en un obstáculo tanto para construir vivienda pública como para transformar el parque edificado. Hay que apostar por la atracción y formación de talento joven y femenino”.
La escasez de mano de obra en las comunidades autónomas
Madrid: la región más presionada
En Madrid, la presión sobre el sector de la construcción es especialmente intensa. La demanda de vivienda, impulsada por el crecimiento poblacional y la concentración de proyectos en la capital, ha llevado a una situación crítica de escasez de trabajadores cualificados. Un ejemplo destacado es la construcción de 508 viviendas de protección oficial en la antigua cárcel de Carabanchel, que requiere un gran número de profesionales especializados. Sin embargo, la oferta de mano de obra no es suficiente, lo que provoca retrasos en los proyectos y un aumento de los costos laborales. El envejecimiento de la plantilla, combinado con la falta de relevo generacional, hace que Madrid sea, a día de hoy, la comunidad con mayor necesidad de trabajadores en el sector.
Catalunya: la falta de jóvenes amenaza la actividad
Catalunya se enfrenta a un doble desafío: el envejecimiento de los trabajadores y la escasez de jóvenes interesados en la construcción. Según el CSCAE, la superficie visada para obra nueva cayó un 20,65% en el primer semestre de 2025 respecto al mismo periodo de 2024. La caída de matriculaciones en FP de EOC y la elevada tasa de abandono complican aún más la situación. En Barcelona y otras áreas densamente pobladas, la escasez de mano de obra cualificada está retrasando proyectos de rehabilitación energética y construcción de obra nueva.
Baleares: crecimiento sin suficiente personal
En Baleares, la construcción y rehabilitación ha registrado un crecimiento del 40,9% en 2025, impulsado por la inversión pública y privada, especialmente en el sector turístico. No obstante, la falta de relevo generacional y de trabajadores cualificados retrasa los proyectos y encarece los costes. La insularidad de la región, junto con la alta demanda de vivienda y rehabilitación, convierte a Baleares en una de las comunidades con mayor déficit de mano de obra, especialmente para obra nueva y trabajos de rehabilitación energética.
Andalucía: la demanda supera a la oferta
Andalucía también se encuentra en una situación crítica, aunque ligeramente inferior a las anteriores. La construcción de 240 viviendas públicas en los terrenos de la antigua cárcel de Ranilla, en Sevilla, refleja la gran demanda de proyectos residenciales. Sin embargo, la falta de mano de obra cualificada y la necesidad de cubrir vacantes urgentes limitan la capacidad de la región para ejecutar los trabajos en tiempo y forma. La presión aumenta en ciudades como Córdoba y Málaga, donde la demanda de vivienda y rehabilitación es elevada y constante.
Comunidad Valenciana: proyectos en expansión
La Comunidad Valenciana enfrenta un déficit notable de trabajadores cualificados, sobre todo en proyectos de construcción de viviendas en terrenos de antiguas cárceles, como en Dénia. La combinación de demanda creciente y falta de relevo generacional ralentiza los proyectos y genera dificultades para cumplir los plazos establecidos, aunque la presión no alcanza el nivel crítico de Madrid o Catalunya.
Aragón: necesidad de personal especializado
En Aragón, la cesión de terrenos penitenciarios para la construcción de 140 viviendas en la antigua cárcel de Huesca ha puesto de manifiesto la necesidad de mano de obra especializada. Aunque la región cuenta con menos proyectos que las comunidades más grandes, la escasez de trabajadores cualificados y la baja tasa de matriculación en Formación Profesional en construcción hacen que la región se encuentre entre las más necesitadas.
Castilla y León: envejecimiento y falta de relevo
Castilla y León muestra una necesidad importante, especialmente en localidades como Segovia, donde la construcción de viviendas protegidas y asequibles requiere personal capacitado. El envejecimiento de la plantilla y la falta de jóvenes dispuestos a entrar en el sector limitan la actividad, aunque la demanda total de proyectos es menor que en Madrid o Catalunya.
Murcia y Galicia: regiones con déficit moderado
Murcia y Galicia presentan un déficit de trabajadores cualificados moderado, pero significativo. La escasez de jóvenes interesados en la construcción y la limitada oferta de personal especializado afectan la rehabilitación y la obra nueva, retrasando proyectos y elevando los costes laborales. Estas regiones no concentran tantos proyectos de gran escala como Madrid o Catalunya, pero el déficit estructural de mano de obra sigue siendo un problema que requiere atención.
La brecha generacional y la falta de jóvenes
Uno de los problemas más profundos es el escaso relevo generacional. Apenas el 10% de los empleados en construcción tiene menos de 30 años, y muchos jóvenes ni siquiera consideran el sector como una opción de carrera. Pedro Fernández Alén, presidente de la CNC, subraya:
“Necesitamos mano de obra para construir… incorporar a mujeres, jóvenes e inmigrantes al sector de la construcción”.
El desinterés se relaciona con la percepción social de trabajos duros, horarios extensos y salarios insuficientes en algunas áreas. Un albañil colombiano comenta:
“No compensa por todo lo que trabajamos”.
Este déficit de atractividad se suma al envejecimiento: los trabajadores mayores de 45 años representan más del 65% del total, frente al 30% de hace dos décadas.
Mujeres en la construcción: un potencial desaprovechado
El sector sigue siendo mayoritariamente masculino. De las 160.288 trabajadoras afiliadas a la Seguridad Social en construcción en 2024, solo unas 10.000 trabajan a pie de obra. Sin embargo, la industrialización y la construcción modular permiten incorporar mano de obra femenina en naves industriales, adaptando tareas a habilidades físicas y fomentando la diversidad.
Programas como Women can Build buscan derribar barreras culturales y atraer a mujeres a oficios tradicionalmente masculinizados, mostrando que la construcción moderna es versátil y segura.
Innovación tecnológica y construcción 4.0
La construcción ha incorporado herramientas como impresión 3D de hormigón, drones, BIM y métodos de construcción industrializada. Juan Luis Porrúa, director gerente de Cementos La Cruz, afirma:
“Los jóvenes formados en nuevas tecnologías encuentran en el marco de la construcción 4.0, basada en la digitalización y la sostenibilidad, una oportunidad para desarrollar su carrera”.
Estas innovaciones permiten procesos más eficientes, reducen riesgos laborales y hacen el sector más atractivo para jóvenes y mujeres. La digitalización y la sostenibilidad no solo modernizan la obra, sino que también generan nuevas oportunidades profesionales en áreas técnicas, ingeniería y gestión de proyectos.
La inmigración como solución inmediata
Entre 300.000 y 600.000 inmigrantes sin regularizar podrían integrarse en la construcción si se formara y regularizara su situación. BBVA Research indica que “la incorporación de mano de obra inmigrante es una solución que permite cubrir vacantes urgentes”. Esto complementa la necesidad de atraer jóvenes y mujeres, ofreciendo una vía inmediata para aliviar la presión del sector.
La Formación Profesional, clave para la sostenibilidad
La EOC ofrece FP básica, grado medio y grado superior, formando técnicos en construcción, decoración, rehabilitación y proyectos de obra civil. La patronal estima que se crearán hasta 200.000 empleos de aquí a 2030 para quienes cursen estas titulaciones. Gonzalo Bernardos, economista, advierte:
“Pronto veremos cobrar al yesero 5.000 euros por falta de mano de obra en construcción”.
Sin embargo, un gran problema es el desconocimiento del sector entre estudiantes de FP y orientadores educativos. Julio Gil Iglesias, director general de la FLC, señala:
“Somos un sector innovador con futuro y oportunidades de desarrollo, creativo, polivalente y muy dinámico. Es la imagen que debemos trasladar”.
Vivienda y rehabilitación: cifras que preocupan
El CSCAE destaca que la superficie residencial y no residencial visada para obra nueva cayó un 2% en el primer semestre de 2025, mientras que la rehabilitación residencial creció un 10%. A pesar de estos datos positivos, los números siguen siendo insuficientes para alcanzar los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que exige 96.000 unidades rehabilitadas en 2025 y casi 1,4 millones para 2030.
Marta Vall-llossera insiste:
“La vivienda no es un bien de consumo más. Es un derecho y hemos de dirigir todos los esfuerzos posibles para garantizarlo”.
Señala además la necesidad de coordinación entre administraciones, reducción de plazos en licencias y financiación estable para que los proyectos se ejecuten de manera eficiente.
Desafío estructural y urgencia de soluciones
Catalunya y España enfrentan un reto sin precedentes. La combinación de envejecimiento laboral, escasez de jóvenes, baja participación femenina, déficit de vivienda y retrasos en rehabilitación obliga a medidas inmediatas. Solo con integración de mujeres, jóvenes e inmigrantes, inversión en formación profesional y adopción de tecnología innovadora, el sector podrá cumplir los objetivos de vivienda, rehabilitación y sostenibilidad, garantizando crecimiento y competitividad en los próximos años.
Escribe tu comentario