El Kremlin desoye a Trump y Putin seguirá la ofensiva en Ucrania pese a las amenazas de aranceles
A pesar de las amenazas de subir hasta un 100%, Rusia no se echa para atrás
Vladímir Putin no tiene intención de frenar la guerra en Ucrania, pese a las amenazas lanzadas por Donald Trump. Fuentes próximas al Kremlin aseguran que el presidente ruso seguirá adelante con la ofensiva militar hasta que Occidente —y en particular Estados Unidos— se siente a negociar bajo sus condiciones, y no muestra señales de ceder frente a nuevas sanciones ni a la presión diplomática.
El expresidente estadounidense, que busca regresar a la Casa Blanca este noviembre, advirtió el lunes que impondrá “sanciones devastadoras” si Putin no acepta un alto el fuego en un plazo de 50 días. Además, anunció el envío inmediato de sistemas de misiles Patriot a Ucrania, en una muestra de frustración por la falta de avances en las negociaciones. Pero Moscú no se inmuta: "Putin cree que nadie —ni siquiera los estadounidenses— se ha sentado seriamente a negociar la paz. Así que continuará hasta obtener lo que quiere", explicó a Reuters una de las fuentes rusas, que pidió anonimato por la sensibilidad del tema.
Pese a varias llamadas telefónicas entre Trump y Putin, y los contactos diplomáticos de alto nivel mantenidos por Steve Witkoff, enviado especial de EE.UU., el Kremlin considera que no ha habido una discusión real sobre el fondo de una posible solución. El propio Putin, según estas fuentes, valora la relación con Trump, pero antepone los intereses estratégicos de Rusia.
Putin sube la apuesta
El Kremlin se muestra confiado: la economía rusa, adaptada a la guerra, ha resistido las sanciones más duras impuestas por Occidente y estaría preparada para asumir más presiones, incluidos los aranceles que Washington estudia aplicar a países como China e India si siguen comprando petróleo ruso.
La hoja de ruta de Putin para la paz incluye demandas que Kyiv y la OTAN siguen considerando inaceptables: Garantías legales de que la Alianza no se expandirá hacia el este, neutralidad militar de Ucrania, límites a sus Fuerzas Armadas, protección para los hablantes de ruso en el país y la aceptación de los territorios ya ocupados por Rusia. Además, Moscú estaría dispuesto a debatir una arquitectura de seguridad para Ucrania que involucre a potencias internacionales, aunque sin renunciar a sus avances militares sobre el terreno.
Ucrania resiste, pero el desgaste continúa
Por su parte, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha reiterado que no reconocerá jamás la soberanía rusa sobre regiones conquistadas y mantiene su aspiración de ingreso en la OTAN. Su gobierno, sin embargo, no ha comentado las últimas amenazas de Trump ni las condiciones propuestas por el Kremlin.
Mientras tanto, en el frente de batalla, Rusia avanza lentamente, pero con una ventaja logística y de producción armamentística que supera —según fuentes del Kremlin— a la capacidad de los países de la OTAN, especialmente en municiones clave como proyectiles de artillería.
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