Catalunya impulsará en 2026 el segundo parque natural más grande del país en las montañas de Prades

El futuro parque natural abarcará 43.700 hectáreas y 24 municipios de Tarragona y Lleida, en un proyecto estratégico para la biodiversidad y el clima, pero con críticas del sector agrario

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Prades
Tarragona tendrá en 2026 el segundo parque natural más extenso de Catalunya. Foto: Turisme de Catalunya

 

Después de dos décadas de promesas e intentos fallidos, la creación del Parc Natural de les Muntanyes de Prades parece finalmente encaminada hacia su consolidación definitiva. Si todo avanza según lo previsto, en 2026 Catalunya sumará el que será su segundo parque natural más grande, con 43.700 hectáreas de extensión repartidas entre 24 municipios de las comarcas del Baix Camp, Alt Camp, Priorat, Conca de Barberà y Les Garrigues, ya en la provincia de Lleida.

Solo el Parc Natural de l’Alt Pirineu supera esta superficie protegida. Con esta apuesta, el Departament de Territori de la Generalitat señala que ya no hay margen para retrocesos. En un contexto de emergencia climática, con veranos cada vez más extremos y sequías más frecuentes, el Govern considera el proyecto una infraestructura verde estratégica entre el Camp de Tarragona y las llanuras de Lleida.

 

Un pulmón verde con retos de conservación y consenso

El nuevo espacio natural pretende proteger hasta 95 tipos de hábitats y más de 4.000 especies, incluyendo enclaves singulares como los bosques de Poblet —protegidos desde hace 40 años— o la sierra del Montsant, que ya cuenta con parque natural desde 2002.

 

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Los sectores agrícola y ganadero han mostrado dudas sobre el proyecto. Foto: Catalunya Turisme

 

No obstante, el proceso se encuentra actualmente en fase participativa, y el Govern ha abierto un periodo de alegaciones donde no han faltado las discrepancias. La diversidad territorial y la complejidad de intereses locales hacen del diálogo un componente imprescindible.

En municipios del Priorat, algunas voces del sector agrícola y ganadero han advertido de las consecuencias negativas que podría tener la nueva figura de protección. Consideran que aumentarán las restricciones y la burocracia, dificultando aún más una actividad que ya sufre por la sequía prolongada y la presión económica.

 

Exigencias de apoyo económico y gestión diferenciada

Una de las principales demandas de los municipios afectados es que se adapten los criterios de protección según la realidad de cada zona, y que se destinen recursos concretos y suficientes para la gestión del parque. Aunque muchas de las áreas implicadas ya cuentan con protecciones como la Xarxa Natura 2000, los promotores del proyecto insisten en que el parque permitirá, por primera vez, dotaciones económicas estables para el mantenimiento del entorno natural y el impulso del desarrollo local.

También se reclama apoyo directo a los ayuntamientos y al sector primario, con ayudas específicas que garanticen la viabilidad del territorio más allá de la conservación ambiental.

 

Apoyo desde la sociedad civil

Frente a las resistencias, el proyecto también cuenta con un amplio respaldo. Cerca de cuarenta entidades de Tarragona y Lleida, agrupadas en la Plataforma Cívica pel Parc Natural de les Muntanyes de Prades, reivindican la creación del parque como una “oportunidad histórica” para proteger el patrimonio natural y cultural de la zona, a la vez que se impulsa un modelo de desarrollo socioeconómico sostenible.

Para sus impulsores, este nuevo parque representa mucho más que una superficie protegida: es una herramienta para frenar el despoblamiento rural, generar empleo verde y convertir la riqueza natural de las Muntanyes de Prades en un motor de futuro para la región.

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