¿Catalunya busca blindar sus nucleares?
La Generalitat tendría el control sobre sus centrales nucleares
El Gobierno de Pedro Sánchez avanza en la negociación de un acuerdo con Junts y Esquerra Republicana para otorgar a Catalunya una singularidad energética centrada en el control y la prórroga de sus centrales nucleares. El pacto, aún no escrito, llega tras el gran apagón del 28 de abril, que evidenció la dependencia energética de Catalunya y la falta de alternativas renovables viables a corto plazo.
Fuentes próximas a los grupos nacionalistas aseguran que Junts y ERC ya cuentan con el compromiso verbal del presidente, aunque se trabaja en un documento similar al del pacto fiscal singular, que todavía debe pasar por el Congreso.
Singularidad energética para Catalunya
Las tres centrales nucleares ubicadas en Catalunya —Ascó I, Ascó II y Vandellòs II— generan cerca del 60% del consumo eléctrico catalán, una cifra muy por encima del promedio estatal. Aunque el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) prevé su cierre progresivo entre 2030 y 2035, el Gobierno está considerando ampliar esos plazos de forma exclusiva para Catalunya.
Este giro político ha sido posible gracias al cambio de postura de Junts y ERC, tradicionalmente antinucleares, que el pasado junio se abstuvieron en la votación del Congreso que permitió tramitar una ley del PP para prolongar la vida útil de las centrales. La presión del territorio y el temor al impacto económico y laboral del cierre han sido determinantes.
Tensión territorial y choque con Sumar
El posible pacto energético singular para Catalunya ha desatado inquietud en otras comunidades con centrales nucleares, como Extremadura o Castilla-La Mancha, que temen un agravio comparativo al no recibir el mismo trato, especialmente si no son políticamente relevantes para el Gobierno de coalición.
Además, los socios de Sumar se oponen firmemente a esta medida, por considerarla contraria a los objetivos ecológicos del PNIEC y a los compromisos climáticos europeos.
A pesar de ello, el contexto europeo está cambiando: países como Suecia, Polonia o Países Bajos están apostando por reforzar su parque nuclear para reducir la dependencia del gas y lograr una energía más estable y descarbonizada.
“Sin energía, no hay industria”
Desde ERC, se justifica este cambio alegando que no se han cumplido los compromisos de transición energética ni por parte del Gobierno español ni de anteriores ejecutivos de la Generalitat. “Nos vemos obligados a defender medidas que no son las nuestras para no dejar a nuestra gente sin trabajo”, explicó el diputado Jordi Salvador.
La diputada de Junts, Pilar Calvo, también reclamó mayor implicación del Gobierno central para garantizar el suministro energético de Catalunya y criticó la falta de diálogo con las empresas del sector. “No podemos permitirnos poner en riesgo la competitividad de nuestra industria”, declaró.
El pacto aún no ha sido formalizado, pero su sola existencia ya ha abierto un nuevo frente político en el mapa energético y territorial del Estado.
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