Alarma sanitaria: un hongo letal se está propagando por los hospitales de España

Entre 2013 y 2023 se detectaron más de 1.800 infecciones, sobre todo en hospitales. El patógeno, resistente a los fármacos, preocupa por los brotes en pacientes críticos

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Una cepa de Candida auris cultivada en una placa de Petri en un laboratorio de los CDC.   Wikipedia
Una cepa de Candida áureos cultivada a una placa de Pétreo a un laboratorio de los CDC. - Wikipedia

 

El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) ha puesto a España en el centro de las alertas sanitarias tras confirmar que es el país de la Unión Europea con más infecciones por el hongo Candidozyma auris —conocido hasta hace poco como Candida auris— entre 2013 y 2023. Según el informe publicado este jueves, del total de 4.012 casos notificados en Europa, 1.807 corresponden a España.

Este hongo, identificado por primera vez en Japón en 2009, se ha convertido en un auténtico reto para la salud pública porque tiene capacidad de resistir diversos fármacos antifúngicos, se transmite fácilmente en entornos hospitalarios y afecta sobre todo a pacientes críticos. Tal como recoge Eldiario.es, la infección puede derivar en candidemia, es decir, una infección en la sangre, que en personas con el sistema inmunitario debilitado puede ser mortal.

¿Por qué es tan peligroso?

Según los expertos del ECDC, el Candidozyma auris se propaga principalmente entre pacientes ingresados en las unidades de cuidados intensivos (UCI). El contacto con fluidos corporales o con material médico contaminado es la vía principal de transmisión. Su resistencia a diversos tratamientos dificulta el control y hace que los brotes sean difíciles de contener.

“Preocupa especialmente porque provoca brotes en hospitales y porque muchos pacientes críticos tienen pocas defensas para combatirlo”, explica Juan Vicente Mulet Bayona, microbiólogo clínico en el Consorcio Hospital General de Valencia, a Eldiario.es.

España, en situación de “endemicidad regional”

El informe del ECDC señala que España, junto con Grecia, Italia y Rumanía, ya no puede diferenciar si existen brotes concretos, ya que el hongo circula de manera constante. Esta fase epidemiológica se denomina endemicidad regional y nuestro país entró en ella en 2022, solo seis años después de detectar el primer caso en 2016.

Los datos muestran que la mayoría de las infecciones se han producido en unos pocos hospitales de la Comunitat Valenciana, donde se detectaron los primeros brotes. Aun así, los expertos insisten en que gracias a la introducción de protocolos de vigilancia y medidas de control, la incidencia ha bajado en los últimos años.

Un problema europeo con vigilancia insuficiente

A pesar de la magnitud del problema, solo 9 de los 36 países que enviaron datos al ECDC en 2024 disponían de un sistema específico de vigilancia para este patógeno. España, sorprendentemente, no es uno de ellos. Esto hace pensar que las cifras oficiales podrían ser solo “la punta del iceberg”.

Los especialistas coinciden en que el reto es doble: mejorar la detección precoz y aplicar medidas estrictas de control hospitalario para evitar la propagación. “No es inevitable que se extienda; todo depende de la rapidez con la que se identifiquen los casos y se activen los protocolos”, subraya Diamantis Plachouras, jefe de la sección de Infecciones Asociadas a la Sanidad del ECDC.

 

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